(LD/InfoCatólica) El objetivo de esta iniciativa es que los creyentes vuelvan a las iglesias para la celebración de los funerales, según Léonard, que ha escrito a todos los sacerdotes del país al respecto. Pese a la decisión, los curas podrán seguir acudiendo a los crematorios para pronunciar breves plegarias, pero sin llevar a cabo oficios completos, lo que ahora ocurre en cuatro de cada diez cremaciones.
El número de incineraciones en Bélgica no ha dejado de aumentar en los últimos años, alcanzando las 55.741 durante 2012, según los medios nacionales.