(EP) El Papa visitó Lampedusa el pasado mes de julio, para llorar por los que perdieron la vida en las travesías y allí denunció la «globalización de la indiferencia» ante esas tragedias, «la crueldad que hay en el mundo, en nosotros y en aquellos que en el anonimato toman decisiones socio-económicas que abren el camino a dramas como estos» y también a los traficantes que se aprovechan de la pobreza de los inmigrantes.
«Hablando de paz, hablando de la inhumana crisis económica mundial, que es un síntoma grave de la falta de respeto por el hombre, no puedo no recordar con grande dolor las numerosas víctimas del ulterior trágico naufragio ocurrido este jueves en Lampedusa, que es una vergüenza», ha indicado el Pontífice durante un encuentro con los participantes del Congreso Internacional con motivo del 50º aniversario de la encíclica Pacem in terris de Juan XXIII.
Además ha pedido «rezar juntos por quienes han perdido la vida; hombres, mujeres, niños y por los familiares y por todos los refugiados» y ha invitado a «unir los esfuerzos para que no se repitan tragedias similares» ya que «sólo una decidida colaboración de todos puede ayudar a prevenirlos». Asimismo, Francisco ha pedido esta mañana oraciones «por las víctimas del trágico naufragio» a través de su cuenta @Pontifex en Twitter.
No les socorrieron
Varios testimonios de algunos de los supervivientes del naufragio de Lampedusa aportan nuevos detalles sobre lo ocurrido cerca de la isla italiana. «Salimos hace dos días del puerto libio de Misrata. En el barco íbamos unos 500. No podíamos ni movernos. Durante la travesía, tres barcos pesqueros nos vieron pero ninguno nos socorrió», relata un superviviente al Corriere della Sera.
Más de un centenar de inmigrantes han muerto y centenares permanecen desaparecidos tras el naufragio de la barcaza, que se produjo muy cerca de la costa de la isla tras declararse un incendio. Según la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, los supervivientes «han explicado que encendieron un fuego a bordo porque no tenían cobertura y los móviles no funcionaban».
Nicolini ha incluido en sus declaraciones la versión de los inmigrantes asegurando que después de terminar todos en el agua por el fuego «al parecer algunos pesqueros han pasado y han seguido su camino sin ayudarles». La alcaldesa ha subrayado que «si esto es cierto, habrá que aclararlo». Asimismo, en declaraciones a Rainews 24, ha manifestado su pesar y su impotencia por esta «tragedia terrible».
Sin embargo, el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, ha negado que eso fuera posible. «No lo han visto, porque de otro modo habrían intervenido. Los italianos tenemos un gran corazón y hemos socorrido a 16.000 naúfragos». «Por desgracia ninguno tenía un móvil a bordo del barco hundido», ha dicho Alfano al 'Corriere della Sera', «y ninguno había avisado, como se hace habitualmente en estos viajes, a los teléfonos de emergencias y de socorro. Si hubieran tenido la posiblidad de llamar por teléfono se habrían salvado».