(RT) El sistema patentado con el número 8.543.339 de la Oficina de Patentes de EE.UU. es capaz de calcular los probables resultados genéticos de combinaciones entre el esperma u óvulo de un cliente y las células sexuales de otras personas para ayudar a engendrar al bebé deseado, informa el portal informativo Wired.
Entre las características que ofrece la tecnología como ejemplos de posibles opciones están la altura, el peso, el color de pelo, el color de ojos, la complexión física, la memoria, el riesgo de contraer ciertas enfermedades, los defectos congénitos del corazón, la esperanza de vida e incluso los gastos aproximados en la salud durante toda la vida. En total la compañía, que tiene cerca de 400.000 clientes, ofrece el análisis genético de más de 240 rasgos.
No obstante, la dirección de la empresa asegura que no tiene la intención de utilizar la tecnología para el 'diseño' de los niños. «Cuando se introdujo la herramienta y se presentó la patente no pensamos en que podría tener aplicaciones para las clínicas de fertilidad», comenta la portavoz de 23andMe Catherine Afarian, añadiendo que «nunca hemos perseguido esta idea y no tenemos planes de hacerlo».
Según Afarian, el servicio existente se utiliza para predecir datos como el color probable de los ojos, la capacidad de metabolismo del alcohol, la composición de cera en los oídos, la percepción del sabor amargo, la tolerancia a la lactosa y la composición del músculo de contracción rápida de los hijos de los clientes.
Sin embargo, en ciertos casos, este tipo de selección de los rasgos está en teoría disponible para la personas que utilizan el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), una técnica de reproducción asistida en la que los médicos escanean el genoma de un embrión antes de ser implantado en una mujer. Básicamente, el DGP utiliza la tecnología para la prevención de enfermedades genéticas graves y en un pequeño pero creciente número de casos, para escoger el sexo del bebé.
Es ilegal en varios países
Actualmente la mayoría de las clínicas que practican el DGP no ofrecen a los clientes una lista de posibles rasgos que no sean médicamente relevantes para elegir, ya que es ilegal en algunos países como Canadá, el Reino Unido y Australia. En EE.UU. en 2009 el especialista en fertilidad Jeffrey Steinberg presentó un plan para ofrecer a los futuros padres la posibilidad de escoger el color del pelo y los ojos de su bebé, pero recibió una tormenta de críticas y una considerable condena pública.