(Fides) La gente está cansada del acoso constante de los rebeldes que han instituido puestos de control para extorsionar a la población todos los días, que ya se ve privada de todo», dice el obispo.
«Se ha creado una situación muy tensa porque delantera de la barricada de los residentes locales, armados con machetes, se han agrupado los hombres de Seleka unidos con varios comerciantes musulmanes locales, a su vez, armados con Kalashnikov proporcionados previamente por los rebeldes», dijo el obispo.
«Al ser advertido por el párroco del barrio he enviado a mis dos vicarios vestidos con la toga blanca para tratar de calmar la situación, y hemos pedido al Iman y al representante de la juventud musulmana que nos ayuden a restaurar la paz», dice Mons. Aguirre. «El problema real no es un choque de religión, cristianos contra musulmanes, sino que el problema son los continuos abusos contra la población por parte de los rebeldes», dice Mons. Aguirre.
«Lo que está sucediendo ahora mismo en Bangassou también ocurre en otras ciudades de Centro-áfrica porque la población está realmente exasperada porque los rebeldes de Seleka les roban todos los días», concluye el Obispo