Entrevista al obispo de Alcalá de Henares sobre la reforma del aborto

Mons. Reig Pla: «Ningún fiel cristiano puede colaborar con el mal ni dar por buenas leyes inicuas»

En una entrevista concedida al semanario Alfa y Omega y reproducida en la web de la diócesis de Alcalá de Henares (España), Mons. Reig Pla asegura, en relación a la anunciada reforma de la ley del aborto, que «el retraso de la propuesta de ley está creando una gran incertidumbre entre los católicos». El obispo advierte que «un solo niño al que se le quite la vida es demasiado» y asevera que aunque las estrategias de los movimientos católicos provida pueden ser diversas, «no pueden estar en contradicción con la verdad que enseña el Magisterio».

(AyO/InfoCatólica) - ¿Cómo valora lo que ya se sabe de la reforma, y su retraso?

No conocemos el anteproyecto, por lo que no es posible hacer una valoración. En todo caso, un solo niño al que se le quite la vida es demasiado; no podemos darnos por satisfechos porque haya menos muertos o menos esclavos: la vida y la libertad son derechos inalienables. El aborto, enseña el Concilio Vaticano II, es un crimen abominable (GS, 51). El partido que sostiene al actual gobierno de la Nación dispone de mayoría absoluta en el Parlamento; por tanto, tiene la oportunidad histórica de colocar a España a la cabeza de Europa en la defensa de la vida. El retraso de la propuesta de ley está creando una gran incertidumbre entre los católicos.

- ¿Qué papel jugarán la Iglesia y los fieles laicos, durante la tramitación de la ley y tras su aprobación?

La Iglesia, a través de sus Pastores, debe mantener encendida la llama de la libertad respecto de todos los partidos políticos y anunciar de modo integral, con caridad y misericordia, el Evangelio de Cristo, aun cuando esté en contraste con el mundo o vaya a contracorriente, defendiendo el tesoro del cual es solamente guardiana. Los laicos católicos, como le gusta decir al Papa Francisco, no pueden dedicarse a «balconear», no pueden ser simples espectadores: los católicos deben situarse a la cabeza de los movimientos de renovación y procurar con el testimonio y asociadamente que cambien todas las leyes inicuas como las que permiten el aborto e incluso lo afirman como derecho, o como las leyes que suponen la muerte legal del matrimonio. Sea cual sea esa «reforma» de la ley, el trabajo de los católicos irá encaminado a procurar la ayuda a las madres para que no aborten y a acogerlas en cualquiera de sus situaciones.

- ¿Puede un católico apoyar una ley que dé pasos positivos pero tenga importantes limitaciones?

La respuesta la dio el Beato Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium vitae, n. 73:

«Un problema concreto de conciencia podría darse en los casos en que un voto parlamentario resultase determinante para favorecer una ley más restrictiva, es decir, dirigida a restringir el número de abortos autorizados, como alternativa a otra ley más permisiva ya en vigor o en fase de votación. […] En el caso expuesto, cuando no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista, un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública. En efecto, obrando de este modo no se presta una colaboración ilícita a una ley injusta; antes bien se realiza un intento legítimo y obligado de limitar sus aspectos inicuos».

- ¿Qué criterios deben seguir las entidades provida, con sus distintas estrategias, para considerar que realmente defienden la vida? ¿Cómo preservar la unidad?

La unidad es un don de Dios; hay que orar permanentemente para que nos la regale. Los contenidos de la fe y de la moral católicas se pueden encontrar en el Catecismo y demás documentos de la Iglesia: esto es irrenunciable. Las estrategias, que pueden ser diversas, no pueden estar en contradicción con la verdad que enseña el Magisterio. Sean cuales sean los intereses en juego, ningún fiel cristiano (ya sea laico, religioso, sacerdote u obispo) puede colaborar con el mal, ni puede dar por buenas leyes inicuas; tampoco puede guardar un calculado silencio o mostrar su desaprobación con un deliberado perfil bajo para no molestar demasiado: si así lo hacemos Dios nos lo demandará.

- ¿Cree posible una sociedad que acepte, o pida, el fin de aborto?

Es necesario desterrar posturas hipócritas que no afrontan directamente el tema de la defensa de la vida. Entre la vida y la muerte no hay situación intermedia. Gracias a Dios, la sociedad, respecto al tema de la vida humana, ha ido madurando en los últimos años. El ejemplo de lo que está ocurriendo con la guerra de Siria (los esfuerzos por la paz) es muy elocuente. En lo que atañe al aborto, quienes lo defienden se han quedado sin argumentos. Como ocurre en otros campos, la biología y la genética han arrojado la luz que faltaba sobre el inicio de la vida humana. Lo único que queda es cambiar los corazones. Cuando se invoca el derecho a decidir de la mujer, hay que recordar que en ningún caso existe el derecho a matar a un inocente. Lo que queda por ganar tiene que ser fruto de la gracia de la conversión, del testimonio y de la nueva evangelización.

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8 comentarios

Pepito
Monseñor Reig Pla, con todos mis respetos y caridad fraterna:

En el texto citado de Juan Pablo II, se habla del caso de que "no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista".

Pero este no es el caso presente, pues el PP tiene mayoría absoluta y podría si quisiera derogar totalmente dicha ley del aborto. ¿Porqué pudiendo hacerlo no lo hace? ¿Porqué la CEE como tal o cada uno de los Obispos actuando en particular no piden o incluso exigen al PP que derogue totalmente dicha Ley?

Pero no con simples declaraciones periodísticas, sino peticiones formales y solemnes exigiendo al PP que derogue tal Ley, pues el PP se declara "humanista cristiano".

No es justo hechar toda la carga a los laicos en la lucha contra las leyes inicuas. También los Obispos, la CEE al completo, deben tener su parte y exigir o al menos pedir formalmente al Gobierno la derogación de tal ley, pues vulnera gravemente la Ley de Dios, y los Obispos deben defender la Ley de Dios y Su Honor, recriminando a los políticos que osen legislar contra Ella.

De acuerdo que los laicos deben de hacer lo suyo, pero también los Pastores tienen un importante papel que cumplir, para lograr entre todos la derogación de las leyes inicuas.

De lo contrario los Pastores hecharían pesadas cargas sobre los hombros de los simples fieles laicos, mientras los Pastores no las tocan ni con un dedo.

Mi opinión, Monseñor, es que en este tema del aborto se hace Vd. un tanto el sueco y carga demasiado a l
19/09/13 11:57 AM
Antonio
Pepito, el PP dejó lo del humanismo cristiano en el limbo. Lo que dice el obispo no es dirigido hacia ese partido sino a los católicos en general.
19/09/13 12:42 PM
Pepito
Los Obispos en su comportamiento hacia los políticos tendrían que tener presente el ejemplo de Santo Tomás Bekect, el cual recriminaba no sólo en privado sino también en público al osado Enrique II Plantagenet, por saltarse a la torera las Leyes de Dios y de la Santa Madre Iglesia. (Vease la estupenda película protagonizada por Peter O´Toole y Richard Burton).

Creo que nos sobran cursillos, seminarios, conferencias, estudios teóricos de pastoral, etc., y nos faltan sencillamente Pastores Santos dispuestos a jugarse la comodidad del puesto eclesiástico e incluso la propia vida por defender el Honor de Dios.
19/09/13 1:06 PM
Pepito
Antonio:

Pues yo creo que los Obispos no sólo deberían dirigirse a los "católicos en general", sino también al PP en particular y a los demás partidos políticos, cuando éstos mancillan la Ley y el Honor de Dios, osando legislar contra Ella en materia grave, ninguneando así el derecho que tiene Dios de ser considerado el Supremo Legislador al que tienen que someterse todas las leyes humanas y políticas.

Dios se merece un respeto no sólo como Creador, sino también como Supremo Legislador. La ley humana no puede ningunear la Ley divina.

Entiendo que un Obispo debe recriminar públicamente a todo partido político y gobernante que ose legislar en contra de la Ley de Dios en materia grave, como lo es la ley del aborto.

Por otra parte, si lees los Estatutos del PP, aún se sigue calificando en ellos de ser un partido de "inspiración cristiana humanista". Nobleza obliga, si el PP se declara cristiano que se comporte como tal, y si no que borre de sus estatutos tal declaración, pues induce a engaño y confusión entre los fieles cristianos y católicos.

Por lo menos la Jerarquía debería prohibir al PP el calificarse de partido cristiano, pues no obra como tal. ¿Son acaso cristianos el aborto, el divorcio, el gaymonio, la promoción y subvención de la cultura gay?

Los Obispos deberían tener las agallas suficientes, es decir, el Don de Fortaleza en tal grado, que no les asustase recriminar en alta voz a los políticos y gobernantes cuando éstos se saltan a la torera la Ley
19/09/13 1:31 PM
MH
Creo que el PP no se va inclinar en limitar el aborto, porque piensan que debe coexistir el derecho a la vida del no-nacido con el derecho a decidir sobre su maternidad de la madre, y es como un círculo cuadrado, porque si la madre decide sobre su maternidad, muere el no nacido. Creo que posiblemente se quede en un enunciado teórico, en el que sobre el papel el no-nacido tenga algún derecho, pero que en la práctica se siga abortando.

Cuando dijo el ministro que la mujer que aborte no iría nunca a la cárcel, creo que se refería a que se le concedía ese digamos derecho, sin embargo creo que no se debe pedir cárcel para la mujer que aborta no porque tenga derecho a que si aborta no sea punible, sino porque ahora muchas mujeres no tendrán consciencia de que el aborto es un mal, al ser legal, subvencionado y socialmente aceptado.
19/09/13 1:37 PM
Horacio Castro
Mons. Reig Pla siempre es un ejemplo de coherencia santa.
19/09/13 2:33 PM
Antonio
Pepito, ya sabemos que usted tiene las cosas muchos más claras que nuestros obispos y sabe más que ellos cuál es su deber, pero queda feo darles lecciones de lo que tienen que hacer.
19/09/13 2:33 PM
Mariano
Pepito y Antonio, yo veo acertadas las palabras de Monseñor Reig Pla. También las de Pepito, pero disiento en que pueda obligar a hacer a los obispos lo que Pepito quisiera.

Creo que es relativamente fácil decir lo que tienen que hacer los demás y guardarse las espaldas propias. En particular creo que la vida de un político se parece más a un "galgo de carreras" por llegar puntualmente a todos sus compromisos que la de una persona reflexiva que pueda dar luz a los problemas que los demás vemos más meditadamente. Entendiendo esto estamos más cerca de la solución, pues un político de profesión para mí raramente llega a ser un católico coherente por el ritmo de vida a que se somete.

Ser cristiano es incompatible con matar o permitir matar, también con financiarlo o poner los medios materiales para hacerlo. Por esto, el PP o deroga la ley del aborto totalmente, o que no diga en sus estatutos que es cristiano o que se inspira en el humanismo cristiano porque mentiría y engañaría al electorado. Y de mantenerlos y seguir con leyes inicuas, aunque se declare inspirado en el humanismo cristiano, sabremos que todo es una hipocresía.

Hay partidos políticos como el PNV que borraron total o parcialmente de sus estatutos sus raíces cristianas. En ellos pueden no mentir pero hay vergüenza de ser cristiano o de tener a Cristo como maestro y legislador supremo. En el juicio final no podrían esperar de Jesús su intercesión sino su vergüenza por ellos ante Dios Padre.
19/09/13 3:58 PM

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