(El Universal/InfoCatólica) El obispo se pronunció así en Anzoátegui, durante el acto de confirmación de 218 jóvenes y adultos, llevado a cabo en la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto, de Puerto La Cruz.
Para el Obispo, llegó la hora de dejar el miedo, de tener más fe, de confiar en un futuro mejor de dejar un país con desarrollo a los niños y jóvenes y «eso hay que defenderlo y sí podemos hacerlo, sin temor, dejando la comodidad individual, el egoísmo, porque esta lucha es de todos los venezolanos, que no están solos y que están bendecidos por Cristo».
A su entender, no es justo que se tenga que hacer colas para comprar alimentos, una lata de leche para los niños, un producto para un anciano y que se tenga que soportar esta «humillación» que reina en esta geografìa.
Venezuela ha sido rica, tiene petróleo y durante 15 años ha caído en manos de la corrupción, que ha llevado a situaciones muy precarias para las familias y eso no es lo que Dios quiere para sus hijos, mientras otros países disfrutan de nuestras riquezas. Primero es Venezuela y así debemos practicarlo todos, porque la patria es la prioridad, señaló al dirigirse a los presentes en la Iglesia y sobre todo a quienes ese día recibieron los dones del Espíritu Santo.
Mientras sus palabras recibieron como respuestas, fuertes aplausos, algunos de los asistentes se sintieron molestos y optaron por salir del acto religioso, aun cuando fueron padrinos o madrinas. Otros tomaron la decisión de que sus hijos fueran confirmados en otro fin de semana.