(EFE/InfoCatólica) La beatificación de Arns fue propuesta por el obispo de Paraíba, Aldo Di Cillo Pagotto, que actualmente preside el Consejo Director de la Pastoral de la Infancia, una comisión del episcopado dedicado al cuidado de los niños, que la misionera y médica fundó en 1983 y que hoy actúa en unos veinte países de Latinoamérica, África y Asia.
Pagotto aprovechó una reunión de los integrantes de la Pastoral de la Infancia la semana pasada en Aparecida, el mayor santuario brasileño, para invitar a los participantes a una peregrinación a Curitiba en 2015 con la que se dará inicio a la causa.
«Contamos con cerca de 200.000 voluntarios en la Pastoral de la Infancia, sin contar obispos y sacerdotes, y el deseo de todos es que sean reconocidas las virtudes de la doctora Zilda, un pleito que será aprobado con facilidad y aplausos», afirmó el obispo citado en la nota del episcopado.
El primer paso para que una persona sea considerada como beata, es decir para que se le reconozcan virtudes notables y una vida en santidad, es la postulación de la causa ante la Congregación de los Santos del Vaticano. Una vez que la petición sea aceptada, el entonces obispo de Curitiba, la ciudad de residencia de Arns, tendrá que responsabilizarse por el proceso y por reunir «testimonios sobre casos de salvación de vidas y de las buenas prácticas de la doctora Zilda».
Arns, médica pediatra de profesión y que dedicó su vida al cuidado de los niños menos favorecidos y el combate a la desnutrición, era hermana del arzobispo emérito de Sao Paulo, cardenal Paulo Evaristo Arns, defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985.La Pastoral de la Infancia fue creada como un órgano de atención a menores de hasta seis años de edad de comunidades pobres, para promover el desarrollo integral de los niños. La fundadora de la agrupación recibió numerosos premios por su labor social, entre ellos el de derechos humanos de las Naciones Unidas, concedido en 2002, y llegó a ser postulada al Premio Nobel de la Paz. La misionera murió a los 75 años en Haití, a donde había viajado para un encuentro misionero en el que se discutirían métodos de combate a la desnutrición infantil. Brasil, el país con mayor número de católicos del mundo, cuenta con dos santos, uno de ellos nacido en Italia, así como con una treintena de beatos.