(La Información/InfoCatólica) Este acto generó gran polémica en el país centroamericano, pues analistas, ciudadanos y hasta diputados, tanto oficialistas como de oposición, consideraron los hechos como una intromisión de la Iglesia católica en la política local.
«Es un grupo pequeño el que ha expresado preocupaciones que son más producto de la confusión (que) de la intención que tuvimos. Fue un acto simbólico, en el marco del acto más significativo que convoca a todo el pueblo de Costa Rica, que es precisamente la conmemoración de la aparición de la Virgen de los Ángeles», manifestó la mandataria, una católica practicante.
Según Chinchilla, la consagración hecha fue una «invocación de naturaleza estrictamente espiritual, que no compromete ningún principio constitucional, y que se adscribe a principios muy propios del cristianismo universal».Costa Rica es uno de los pocos Estados confesionales de América, pues la Constitución establece a la religión católica como la oficial del Estado, y actualmente el Gobierno de Chinchilla negocia un concordato con el Vaticano.