(Agencias/InfoCatólica) El padre François, de 49 años, dio los primeros pasos en la vida religiosa con los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, y con ellos continuaba compartiendo estrechos vínculos de amistad espiritual. Después de ser ordenado sacerdote en el pueblo de Ghassanieh había comenzado la construcción de un monasterio cenobítico dedicada a San Simón Estilita, en el seno de la Iglesia siro-católica.
Después del inicio de la Guerra Civil, el monasterio de San Simón había sido bombardeado y el padre Murad se había trasladado al convento de la Custodia por razones de seguridad y para apoyar a los pocos que quedaban, junto con otro sacerdote y las religiosas del Rosario.