(ACI/InfoCatólica) Una petición que busca que Morsi, que entró al poder como candidato de la Hermandad Musulmana el 30 de junio, renuncie a la presidencia y se convoquen a nuevas elecciones ha recogido ya 20 millones de firmas.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), Mons. Sidrak hizo un llamado «a la gente alrededor del mundo: por favor recen, por favor recen que no haya más matanza».
Tanto Mons. Sidrak como el Patriarca ortodoxo copto de Alejandría, Papa Tawadros II, pidieron a los fieles cristianos que «sigan sus conciencias», indicándoles que son libres de protestar si así lo desean.
El Patriarca católico aseguró que «los cristianos aquí no usan la violencia. Los jóvenes son más positivos ahora y se protegerán», y añadió que en el país «como cristianos, nosotros siempre estamos juntos con los musulmanes moderados contra lo que haga daño a Egipto».
Mons. Sidrak subrayó que desde la caída del régimen de Mubarak, al menos 200 mil cristianos abandonaron Egipto, «en parte por razones económicas y en parte por el miedo».
«Algunas personas sienten que los cristianos son ciudadanos de segunda clase, y se les hace sentir que no son egipcios reales», lamentó.
Por su parte, el jefe de prensa de la Iglesia Católica en Egipto, Padre Rafic Greiche, dijo que «los cristianos en Egipto están atrapados en esta situación, entre los musulmanes normales y los fundamentalistas, que surgieron repentinamente tras la revolución que llevó a la caída de Mubarak».
El P. Greiche señaló que «todos nosotros debemos rezar por el cambio, por la justicia social, por los pobres, por la libertad religiosa y por la libertad de conciencia».
El sacerdote denunció también el aumento de ataques contra los cristianos, que actualmente suceden casi todos los días, mientras que durante los 30 años del gobierno de Hosni Mubarak se produjeron 1.600.
Neville Kyrke-Smith, Director Nacional en Egipto de Ayuda a la Iglesia Necesitada, advirtió que la capital del país, «El Cairo, está al límite», señalando que «un clérigo musulmán está advirtiendo del peligro de una guerra civil».
«Es un tiempo de mucha ansiedad e incertidumbre», indicó.