(EP) Tal y como ha explicado el INE, el descenso poblacional es fruto de un saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) positivo de 48.488 personas y de un saldo migratorio negativo de 162.390 personas. Es decir, que frente a 314.358 personas que inmigraron a España el año pasado, hubo 476.748 personas que salieron del país con destino al extranjero.
Es la mayor cifra de emigrantes desde que comenzó la crisis en 2008 y supera en un 16,5 por ciento el número de personas que tomaron la decisión de abandonar el país en 2011 (67.714 emigrantes más). También es el mayor saldo migratorio de los últimos años, debido a la caída de la inmigración. Concretamente, en 2012, llegaron a España 56.977 inmigrantes menos que en 2011.
Hasta ahora, la población española había crecido de manera constante desde 1971, aunque desde el inicio de la crisis este aumento se había ralentizado. Los datos del Padrón Municipal difundidos en el mes de abril ya apuntaban a este cambio de tendencia, con un descenso de la población inscrita.
Por nacionalidad, la población de españoles nacidos en España se redujo en 19.337 personas, aunque este descenso fue en parte compensado por el crecimiento de la población con nacionalidad española nacida en el extranjero, que fue de 23.354 personas, que ayudó a que la población española en su conjunto aumentara ligeramente (4.016 personas más), situándose en 41.586.202 a 1 de enero de 2013. Por su parte, la población extranjera se redujo en 117.918 personas (un 2,3%), hasta 5.118.112 personas.
Emigración entre los adultos jóvenes
De acuerdo a los datos del INE, la emigración es mayor entre los extranjeros afincados en España y entre los adultos jóvenes. Así, de los 476.748 emigrantes que dejaron España, el 12,5 por ciento eran españoles. Concretamente, durante el año 2012 emigraron 59.724 españoles (un 7,7% más que en 2011) y 417.023 extranjeros (un 17,9% más).
En cuanto a edad, la emigración se concentra principalmente entre los adultos jóvenes, siendo los grupos de edad con mayores tasas de emigración los comprendidos entre los 25 y 44 años, en el caso de los españoles que abandonaron el país, y de entre los 30 y los 44 años, en el de los extranjeros que decidieron emigraron.
Ecuador, Reino Unido, Francia y Alemania fueron los principales destinos de los emigrantes españoles, con más de 4.000 salidas en cada uno de estos países. En términos relativos, destacó el fuerte aumento de españoles que trasladaron su residencia a Colombia y Ecuador, así como el descenso de la emigración a China y Bulgaria.
En el caso de los extranjeros que abandonaron el país, las nacionalidades predominantes fueron, en términos relativos, las de Rumanía (con un aumento del 47% en comparación con el año anterior), Alemania (38,5%), China (33,3%), Bulgaria (31,9%) y Marruecos (23%). En cuanto a la inmigración, las principales nacionalidades de llegadas fueron los rumanos (con 28.280 llegadas a España durante 2012), los marroquíes (23.408) y los británicos (16.569).
No obstante, en términos relativos, los rumanos frenaron sus llegadas a España un 45,5 por ciento. También redujeron sus entradas al país los procedentes de Venezuela (un 29,6%), Perú (27,7%) y Colombia (un 24%), mientras que el INE destaca el aumento de ciudadanos británicos (un 2,4%) y de República Dominicana (un 49%).
Castilla y León y Cataluña, las que más pierden
Por comunidades autónomas, la pérdida de población durante 2012 fue generalizada en la mayoría de comunidades. Castilla y León (con una caída del 0,8%), Cataluña (0,7%) y Principado de Asturias y La Rioja (0,6% ambas)registraron los mayores descensos relativos. Los únicos crecimientos de población se dieron en Canarias (1,0%), Islas Baleares (0,9%) y Andalucía (0,2%), además de en las ciudades autónomas de Ceuta (0,8%) y Melilla (2,4%).
Mientras, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunitat Valenciana presentaron en 2012 los saldos migratorios más negativos, mientras que los saldos migratorios más positivos se dieron en Canarias, Andalucía e Illes Balears. En el caso de la población española, todas las comunidades, excepto Canarias, tuvieron saldos migratorios negativos con el exterior.
Aumenta la tasa de dependencia
El descenso de población se ha producido especialmente en el rango de edades de 15 y 39 años, en 474.998 personas (un 3% menos) y entre los niños menores de 10 años, que se redujeron en 14.351 (un 0,3%), mientras que la población mayor de 64 años se incrementó en 134.356 personas durante 2012, un 1,7 por ciento más.
Esta situación ha hecho aumentar la tasa de dependencia (entendida como el cociente entre las personas menores de 16 años y mayores de 64 y las personas entre 16 y 64 años) en 0,8 puntos porcentuales, hasta el 51 por ciento. Si sólo se tiene en cuenta la población mayor de 64 años, el cociente entre dicha población y la que está en edad de trabajar (de 16 a 64 años) fue del 26,7 pro ciento, con un incremento de 0,6 puntos respecto a la de 2012.
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