(EN) El documento, hecho público por el Consejo de la EKD, lleva por título «Entre la autonomía y la dependencia – fortaleciendo la familia como comunidad segura». Los autores, que afirman tener la «convicción básica» de que en la Biblia «la idea fundamental es una llamada a una vida en común fiable, llena de amor y responsable», añaden que, por tanto, «las uniones entre personas del mismo sexo, en las cuales las personas se comprometen a una vida en común vinculante y responsable, deben ser también reconocidas en sentido teológico como equivalentes» a las heterosexuales.
Si bien la EKD no apoya todavía oficialmente el matrimonio entre homosexuales, sí especifican que cuando dos personas del mismo sexo se unen «declaran, como en un enlace matrimonial, aceptar un vínculo duradero y una responsabilidad mutua». El documento niega también el argumento de la procreación como factor diferencial para no admitir las parejas homosexuales al explicar que «no reducir a las personas a sus características biológicas es parte de la fortaleza de la visión evangélica del hombre».
El pastor luterano Nikolaus Schneider, sí que ha ido algo más allá al afirmar, en la presentación de las recomendaciones, que el «concepto evangélico del matrimonio» está «creciendo» por los cambios sociales que generan «nuevas libertades en la consideración de los divorciados, las familias monoparentales y las parejas del mismo sexo».
El sector más protestante evangélico y menos liberal de la EKD ha reaccionado. Según Michael Diener, jefe de la Alianza Evangélica Alemana, el documento constituye «una devaluación sorprendente» del matrimonio y la familia y una «negación del concepto del matrimonio como institución divina u orden natural de la creación» y considera que se trata de una «adaptación a los cambios sociales» que es «inaceptable» desde el punto de vista teológico.