(EP) Harían falta casi 300.000 nacimientos más al año para alcanzar el índice de fecundidad que asegure el reemplazo generacional. La familia española ha sido la gran abandonada por las administraciones. Que a día de hoy la única medida directa sea la ayuda por hijo de 24,25 euros al mes siempre y cuando los límites de ingresos no superen los 11.490 euros al año, constata el grado de abandono a la familia», asegura el presidente del IPF, Eduardo Hertfelder.
Esta cuantía que, según precisa, lleva congelada desde el año 2000 y a la que sólo puede acceder una de cada diez familias, «es claramente insuficiente si, además, se tiene en cuenta que la media europea es de 125 euros al mes».
Hertfelder considera que las administraciones españolas «no pueden seguir ignorando y abandonando a la familia y más en época de crisis económica, que es cuando más necesitada está de esa ayuda». Además, precisa que dichas ayudas «nunca suponen un gasto para el país», sino una «inversión para su prosperidad y su futuro».
Por ello, valora la última cifra del INE como «un nuevo golpe al futuro de España» que hace «cada vez más profunda la herida de la crisis demográfica que sufre el país», que significa «pérdida de prosperidad, de crecimiento económico y, sobre todo, de futuro».
En comparación con Europa, Hertfelder apunta que España, con un índice de fecundidad de 1,32, está «en el furgón de cola» del continente, solo alcanzándose cifras «más dramáticas» en Polonia, Rumanía y Hungría. En esta línea, ha precisado que los hijos de madre extranjera en España suponen el 20 por ciento del total, y que sin ellos, el índice sería de 1,28.
«En aquellos países donde se desarrolla una política integral de apoyo a la familia se consigue, entre otras cosas, incrementar la natalidad», señala el presidente del IPF para poner como ejemplo a Irlanda, Francia, Reino Unido y Suecia que «han apostado decididamente por la familia» y «son los que pueden presumir de tener los índices de fecundidad más altos del viejo continente».