(VIS) En el transcurso de las conversaciones, que se han desarrollado en una atmósfera de cordialidad, se ha tratado de la situación política y social del Venezuela tras la reciente desaparición del Presidente Hugo Chávez Frías, así como de diversas problemáticas actuales, entre ellas la pobreza y la lucha a la criminalidad y al narcotráfico.
Más tarde se ha hecho referencia a la presencia histórica de la Iglesia Católica en el País y a su decisiva aportación en los ámbitos de la caridad, de la asistencia sanitaria y de la educación y se ha concordado en la necesidad de un diálogo sincero y constante entre la Conferencia Episcopal y el Estado de cara al desarrollo de toda la Nación.
Por último, se ha pasado revista a la situación regional y, especialmente, al proceso de paz en Colombia.
Intercambio de regalos
Durante el tradicional intercambio de regalos, Maduro obsequió al Papa con la Constitución del país encuadernada en rojo, un retrato de Simón Bolívar y un cuadro de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, y una escultura del doctor José Gregorio Hernández (1864-1919), que se encuentra en proceso de canonización.
Sobre el médico venezolano, conocido por su compromiso con los más desfavorecidos, Maduro expresó su deseo ante el papa de que sea pronto canonizado pues «es nuestro santo, el siervo de Dios, es un santo del pueblo».
Por su parte, el Papa entregó a Maduro una pluma estilográfica, y como ya hizo con los otros mandatarios latinoamericanos, el documento de las conclusiones de la reunión que celebró en Aparecida (Brasil) la Conferencia Episcopal Latinoamericana y mostró al presidente el índice del Libro con los diversos capítulos.
Se trata del primer viaje oficial que Maduro realiza a Europa como presidente venezolano desde que asumió el poder el pasado 19 de abril.