(Ecclesia/InfoCatólica) Cuatro de los maristas martirizados en Valencia formaban parte de la comunidad de religiosos de esta congregación, que regentaba la llamada «Academia Nebrija de Valencia».
La comunidad marista estaba integrada por el director del centro Luis Damián Sobraqués Glory, natural de Bouleternère (Francia), que contaba 45 años; el subdirector, José Ceferino Garet Berdejo, Centelles (Barcelona) y de 31 años, y los profesores, Bernardo José Pampliega Santiago, de Cañizar de los Ajos (Burgos), que tenía 24 años; y Benedicto José Galerón Parte, de Villadiego (Burgos) y 23 años. Junto a ellos murió también el sacerdote Arsenio de la Portilla Modrego, capellán del centro docente.
Todos ellos fueron expulsados violentamente de la Academia, «dándoles tiempo a recoger lo imprescindible» y fueron conducidos a la checa instalada en el colegio de los salesianos de la calle Sagunto. Allí fueron reconocidos por un sacerdote también detenido, pero que logró salvarse y, finalmente, «con ejemplar serenidad salieron los cinco al ser llamados para el martirio».
Se desconoce el lugar donde reposan sus cuerpos, aunque «probablemente fueron abandonados en la partida de Vera, en el término de Alboraya».
Otro de los maristas martirizado en Valencia que será beatificado es Millán Llover Torrent, nacido en de Les Planes (Girona), asesinado en Alzira a los 51 años. Formaba parte de la comunidad del Colegio de S. Juan Bautista de Denia (Alicante), del que era director. Cuando comenzó la persecución religiosa en 1936 tuvo que salir de Denia, «trasladándose a Ondara y haciéndose pasar por viajante», han indicado las mismas fuentes, «pero en uno de sus viajes como tal fue apresado en Tavernes de Valldigna y metido en la cárcel de la población». El 10 de agosto de 1936, de madrugada, fue conducido en un coche al término de Alzira donde recibió el martirio. Sus restos fueron trasladados en julio de 1939 al cementerio de Denia.
Finalmente, el sexto marista mártir que será beatificado es Benedicto Andrés Monfort, de Villafranca del Cid (Castellón) que contaba 37 años cuando fue asesinado el 8 de diciembre de 1936 en Albocácer (Castellón). Residía en Barcelona pero al comenzar la persecución religiosa se refugió en su población natal. «El día 7 de diciembre se presentó en su domicilio un miembro del Comité y amigo de la infancia para buscarlo, lo encarcelaron y a las pocas horas fue conducido al martirio, siendo asesinado de tres tiros cerca de Albocácer. Sus restos reposan en un nicho del cementerio de esta población».