(ACI/InfoCatóloca) La Organización Católica para la Vida y la Familia, en un comunicado publicado el 22 de abril previo la Marcha por la Vida, caracterizaba el aborto selectivo por sexo como «una guerra contra las niñas» impulsada por «prejuicios culturales profundamente arraigados» en favor de los herederos varones.
«La abrumadora mayoría de los canadienses se sienten ofendidos por la idea de que una mujer podría ser objeto de aborto sólo porque ella es mujer», dijo la organización. «Marchemos en nombre de la igualdad, de la igualdad de la mujer y de la igualdad humana», señalaba la nota.
Entre los asistentes que se congregaron en las afueras del parlamento canadiense para participar de la 16º Marcha Nacional por la Vida que se realizó el 9 de mayo, estaba el Arzobispo de Toronto, Cardenal Thomas Collins; el Arzobispo de Ottawa, Mons. Terrence Prendergast y el Arzobispo de Québec, Mons. Gérald Cyprien Lacroix. Además participaron representantes de otras iglesias cristianas, así como 20 ministros del Parlamento canadiense y un senador.
Este año hubo «sin duda una gran presencia» de jóvenes, dijo el portavoz de la Campaña Life Coalition, Matt Wojciechowski, y estimó que alrededor del 90 por ciento de los asistentes eran menores de 35 años, y mencionó que el pasado viernes cerca de mil estudiantes participaron de la conferencia pro-vida organizada en el marco de la marcha.
«La cultura de la vida está viva, es fuerte y está creciendo -señaló Wojciechowski - La marcha fue increíble, un acontecimiento increíble. (...) Fue muy inspirador ver a las multitudes sin fin (...). La gente se está involucrando. No sólo una vez al año en las marchas sino también desde la base».
«Estamos de pie para el no nacido, tanto hombres como mujeres, no importa cuán pequeño o cuán viejo, expresó Wojciechowski, y resaltó que la cobertura mediática de este año ha sido mejor que los años anteriores, sin embargo lamentó la falta de atención política a la ley del aborto en general.
«Políticamente, el gobierno se niega a hablar de este tema y a reconocer al ser humano en el vientre materno (...). Ellos piensan que es un problema perdido. Ellos no quieren hacer frente a la vida».
El portavoz animó a que más personas participen activamente con sus familias en la lucha por la defensa de la vida, desde conversar de estos temas mientras se comparte la cena con sus hijos, hermanos y amigos, entre otras iniciativas, porque de esta manera se fomentará un progreso natural en la sociedad desde la familia.
«La familia es el núcleo sólido de nuestra sociedad. Si la familia no habla de este tema, no podemos esperar ningún cambio», dijo Wojciechowski.