(EP) Según un informe de 2012 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), se registraron más de 10.000 casos de tráfico de personas en el sudeste asiático y el Pacífico entre 2007 y 2010. Sin embargo, por el momento, «se desconoce cómo es la situación hoy en día», de acuerdo con IRIN.
«Nadie ha podido demostrar convincentemente la magnitud del problema y mucho menos encontrar soluciones para hacerle frente», ha declarado a la agencia de la ONU Sverre Molland, un profesor universitario de la universidad nacional de Australia especializado en tráfico de personas.
La cooperación entre los diez estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para afrontar la problemática del tráfico de personas ha dado como resultado «numerosas iniciativas y memorandos de entendimiento» (MoUs, por sus siglas en inglés).
«Los MoUs tienen que facilitar el intercambio de informaciones y pruebas entre los gobiernos», ha afirmado Sean Looney, el responsable de operaciones y evaluación de la ONG SISHA, una organización que lucha contra el tráfico y la explotación de seres humanos en Phnom Penh, Camboya.
«Pero en la práctica, esto no ocurre en absoluto. En muchos de los casos de trata de personas no hay ninguna resolución porque no hay cooperación, a pesar de los acuerdos que están en vigor», ha agregado.
Aparte, el director de seguridad internacional y desarme en el Ministerio de Exteriores de Indonesia, Febrian Ruddyard, ha indicado que el proceso para hacer frente a esta problemática ha comenzado «recientemente», pero que no todos los países tienen, por el momento, una legislación nacional fuerte en vigor.
La respuesta de la ASEAN
Hasta la fecha, todos los gobiernos de la ASEAN han aprobado leyes contra el tráfico de seres humanos, con excepción de Laos y Singapur. Los gobiernos de Indonesia y Australia han alentado a los miembros del Proceso de Bali –una iniciativa regional para promover la cooperación práctica en Asia y en el Pacífico sobre contrabando, trata de personas y delitos transnacionales conexos– para que tomen «medidas prácticas» para hacer frente al tráfico de personas, ha añadido Ruddyard, citado por IRIN.
«Muchos países miembros están interesados en el Proceso pero conseguir financiación por su parte (para proyectos) es difícil, no sólo porque el tema sigue siendo una prioridad baja en algunos países, sino también porque el Proceso no es vinculante», ha proseguido.
Ahmed Sofian, el coordinador nacional de la ONG internacional ECPAT que lucha contra la prostitución infantil, ha destacado que los responsables locales han realizado pocos esfuerzos para conseguir que se cumpla la ley en Indonesia contra el tráfico humano.
«Hay beneficios económicos para aquellas personas que viven cerca de los prostíbulos en los que se trafica con niños», ha subrayado Sofian. Este es el motivo «por el que es tan difícil eliminar el tráfico de seres humanos», ha agregado.
El responsable de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM), Denis Nihill, ha afirmado que la naturaleza cambiante del tráfico de seres humanos hace que cada vez sea «más difícil» resolver este problema.