(InfoCatólica/Agencias) El obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, criticó la «incapacidad» de los uruguayos y también de los católicos de reaccionar ante el proyecto de ley de matrimonio igualitario, asegurando que el mismo «destruye el matrimonio, la familia y que hace de la adopción un asunto de los adultos y no un derecho del niño, cuestiona nuestra sociedad, nuestras opciones, el valor que le damos a lo que importa».
Además, comparó la actitud uruguaya con la asumida en Francia donde «asociaciones de diferentes extracciones y convicciones, salen a defender el matrimonio, la familia, la verdadera filiación y adopción».
«¿Qué nos pasa a los uruguayos? ¿Hemos perdido la capacidad de pensar, de cuestionar? O ¿sólo podemos salir a la calle por razones políticas o por plata?», se cuestionó Sanguinetti en una nota publicada en su blog Amicus Sponsi.
Así mismo, en una carta enviada a la comunidad católica, el Obispo de Salto, Mons. Pablo Galimberti, asegura que este «golpe» caerá sobre el matrimonio y la familia, en caso de aprobarse el próximo mes. Propuso darle otro nombre como «compañeros».
«La han llamado ley de matrimonio igualitario, o sea, entre personas del mismo sexo. La manera de llamar al proyecto de ley contiene una cuota de engaño. En efecto, al llamarle «matrimonio», equipara una unión homosexual con el matrimonio entre varón y mujer, unión afectiva pero también corporal plena, con capacidad de engendrar nueva vida y de brindar a los hijos una complementación diferente y complementaria de las figuras de madre y padre, tan importantes para un mejor desarrollo sicológico», afirmó.
Se preguntó porqué se relativiza y desvaloriza una institución tan golpeada como la familia, introduciéndole profundas modificaciones que van a confundir más que aclarar.
Propuso darle a las parejas de varón y mujer los derechos que les corresponden, entre ellos, el de llamarse con toda propiedad «matrimonio» y darle a las uniones homosexuales un nombre distinto, por ejemplo «compañeros permanentes o como sea».
Sostuvo que se busca implantar «a prepo» la lógica de Babel. Detrás de esta insistencia se adivina una oscura intención de desarmar una estructura vincular, de «cambio de civilización».
Recordó que «en la manifestación en París a mediados de enero de este año participó la fundadora de la organización gay Homovox, que dijo, «soy francesa, soy homosexual, la mayoría de los homosexuales no queremos ni el matrimonio ni la adopción de los niños, sobre todo porque no queremos ser tratados del mismo modo que los heterosexuales porque somos diferentes, no queremos igualdad, pero sí justicia» afirmó.
Culminó pidiendo a la comunidad católica elevar oraciones y dar un claro testimonio de fe, según la cual, Dios creó desde el inicio al hombre y la mujer como diferentes y complementarios.
El Senado tratará el proyecto de ley sobre el matrimonio igualitario en la sesión del próximo 2 de abril. El senador comunista, Eduardo Lorier, dijo en radio Uruguay que «a mediados de año podrían estar realizándose las primeras uniones legales de esta nueva naturaleza».
Informó además que la Comisión de Constitución y Códigos estudió el proyecto que fue aprobado por Diputados en diciembre de 2012 e hizo algunas innovaciones. La iniciativa modifica el Código Civil «para que las parejas homosexuales tengan los mismo derechos», sostuvo.
«Lo sustancial no se modifica y se mejoran los aspectos vinculados, por ejemplo, con la adopción de niños por parte de parejas homosexuales», aclaró y añadió: «hay que ser muy precisos con todos los elementos porque están en juego una serie de aspectos muy novedosos y hay que tener mucho cuidado con la legislación».
Los legisladores blancos resolvieron no votarlo, mientras que los colorados tendrán libertad de acción. De hecho, el diputado de Vamos Uruguay, Ope Pasquet participó en la redacción de las modificaciones.