(Vatican Insider)
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y los que se acumulen. Todas las naciones de América Latina ansían una visita apostólica del primer Papa de aquellas tierras. La sala de prensa del Vaticano pidió prudencia, todavía carece de indicaciones precisas sobre la intención de Francisco respecto de los viajes apostólicos. Aún así ya existen dos confirmaciones: en julio el pontífice visitará tierras brasileñas y no visitará su país natal antes de octubre próximo, por razones políticas.
La primera en extenderle una invitación formal fue Cristina Fernández de Kirchner, presidente de Argentina. Fue el lunes 18 de marzo, durante la comida que compartió con su compatriota Jorge Mario Bergoglio en la Casa de Santa Marta. “Agradeció la invitación pero tiene su agenda llena en estos días y dijo que iba a buscar un espacio”, confió a la prensa tras su encuentro con el líder católico.
Un día después ella se reunió, en Roma, con José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. En ese encuentro el arzobispo de Santa Fe confirmó a la mandataria que el Papa Francisco ya decidió no pisar tierras argentinas antes del domingo 27 de octubre. Ese día tendrá lugar, en el país sudamericano, una jornada electoral durante la cual se elegirán senadores y diputados nacionales además de renovarse las cámaras legislativas en varias provincias.
“El Papa no quiere interferir en las elecciones, ni en un sentido ni en otro. Un viaje suyo podría ser capitalizado políticamente por la presidente”, explicó al Vatican Insider un prelado argentino muy cercano al pontífice.
En estos términos se desvanecería la posibilidad que el primer lugar visitado por Bergoglio durante su pontificado sea su tierra. Porque él ya confirmó su presencia en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro, prevista del 23 al 28 de julio próximos. En su audiencia privada del miércoles 20 con la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, Francisco garantizó que acudirá a la cita. Confesó que espera una “presencia masiva” de jóvenes de toda la región y aseguró que tiene deseos de visitar el santuario mariano de Aparecida, muy cerca de Sao Paulo.
Tras su etapa brasileña, ¿visitará otro país del Continente? Una pregunta todavía sin respuesta, aunque ya existen muchos interesados. Durante los saludos de las delegaciones oficiales, al final de la misa de inicio de pontificado el martes 19 en la Basílica de San Pedro, decenas de jefes de Estado invitaron al Papa a visitar sus respectivos países. Entre ellos estuvo Enrique Peña Nieto, presidente de México.
“Consideramos que hay una oportunidad, como tal se lo pude compartir al Papa, de que quizá eventualmente en la visita, que de hacerse a América próximamente, creo que habría oportunidad para poder visitar nuestro país. Sin embargo, le dije que estaba abierta la invitación”, indicó Peña a los periodistas.
Colombia también se apuntó para una gira papal. El mismo día del inicio de su ministerio Francisco coincidió en el desayuno con el cardenal arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar Gómez. En una conversación informal el purpurado lo animó a visitar a sus connacionales y la respuesta del Papa fue: “Sí, yo iré con inmenso gusto, pero tengo que organizar primero la agenda. Tengo que ver cuándo es lo más conveniente, pero cuenten con que allá iré”.
Más tarde el cardenal Salazar transmitió la noticia en su cuenta de la red social Twitter y la canciller María Angela Holguín la confirmó. La invitación será reforzada por el presidente Juan Manuel el 12 de mayo próximo, cuando el mandatario asista en El Vaticano a la canonización de la primera santa colombiana: la religiosa Laura Montoya.
Chile se sumó a la lista de naciones que esperan por el Papa Francisco, luego que su presidente Sebastián Piñera lo invitase como el resto. “Así será” fueron las palabras de Bergoglio a la propuesta del político chileno. La misma respuesta dada a todos. Una expresión de deseo y nada más. Al menos por ahora.