(Efe) Hasta hoy, el único papa que visitó la imponente estatua del Cristo Redentor en el cerro Corcovado fue el Beato Juan Pablo II, Papa, quien durante una visita que hizo a Río de Janeiro en 1980 también conoció la favela de Vidigal, en la zona sur de la ciudad.
El arzobispo explicó a periodistas que los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en julio próximo en Río de Janeiro, confían en que tendrán una primera audiencia con el papa argentino en las próximas semanas y dijo que entonces le serán presentados sus planes.
Planes para el Papa en Brasil
Lo único definido hasta ahora es que la primera actividad del Papa será una Misa que oficiará en la playa de Copacabana el día 25 de julio.
Al día siguiente hablará con los jóvenes tras una representación del Via Crucis también en Copacabana y el 27 de julio asistirá a una vigilia en Guaratiba, un suburbio de la zona oeste de la ciudad.
Su última actividad hasta ahora sería la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, prevista para el día 28 en ese mismo barrio, donde hará un recorrido en «papamóvil» y también celebrará una misa.
Las autoridades de Río de Janeiro se preparaban para una asistencia calculada en cerca de dos millones de personas, pero ahora piensan que el hecho de que el nuevo papa sea argentino puede llevar a que más jóvenes de países vecinos se decidan a participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
Según Tempesta, «sin duda aumentará la curiosidad por conocer al Papa y eso atraerá a un número mayor de personas de países vecinos».
El presidente del Episcopado brasileño
El Vaticano aún no ha confirmado en forma oficial que el papa Francisco viajará a Río de Janeiro, pero los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud no tienen ninguna duda de que así será.
El presidente del Episcopado brasileño, Mons. Raymundo Damasceno, quien se encuentra en Roma, dijo que aunque el papa Francisco aún no se ha pronunciado sobre el asunto, «es una tradición que el Sumo Pontífice inaugure y clausure la Jornada Mundial de la Juventud donde ella se celebre».
En declaraciones a periodistas brasileños, Mons. Damasceno apuntó que Benedicto XVI le garantizó después de su renuncia al papado que si él no asistía, lo haría su sucesor.