(Agencias) Así lo aseguró ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que señaló que con la combustión sólo de los folios con paja no sería suficiente para mostrar al mundo si se trata de «fumata blanca» o «fumata negra» y que para que no haya equívocos, una de las dos será destinada exclusivamente a mostrar al mundo, «de manera indudable» el humo blanco o negro.
Hasta ahora, la fumata negra era el resultado de la quema de las papeletas con los votos de los cardenales con paja húmeda. Para lograr la fumata blanca la paja debía estar seca.
De momento, se desconoce tanto el funcionamiento como el método que se usará para que la «fumata» sea blanca o negra «de verdad» y no ocurra lo que en 1978, durante la elección de Juan Pablo I, cuando el humo que salió era de color gris, y las elecciones de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que al principio salió gris y tardó en hacerse totalmente blanco, llevando al equívoco.