(Vatican Insider/InfoCatólica) De esta manera, los cardenales electores podrán escuchar directamente la información real y oficial sobre el robo de los documentos reservados del escritorio del Papa y sobre el contexto en el que se desarrolló la historia de Paolo Gabriele. El informe sobre los “vatileaks” describe seguramente algunos enfrentamientos y guerras de poder entre las jerarquías eclesiásticas, pero, indican en el Vaticano, no denuncia ni escándalos ni chantajes de tipo sexual. Antes de que se abran las puertas de la Capilla Sixtina, los participantes en el Cónclave tendrán la versión auténtica después de meses de conjeturas, venenos y sospechas.
El Papa Benedicto XVI se podría reunir al inicio de la próxima semana con los tres cardenales de la comisión de investigación sobre el caso de los “vatileaks”. El Papa les agradecerá el trabajo desempeñado por el bien de la Iglesia y además podría suspender el secreto pontificio que pesa sobre el informe de los cardenales para que los “conclavistas” puedan revisarlo durante las congregaciones generales.
El informe de los tres purpurados que investigaron (Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi, los tres con más de 80 años) certifica la «suciedad» que Joseph Ratzinger denunció en la famosa meditación del Viernes Santo de 2005 y que no ha logrado eliminar del todo pues anida en la Curia romana, como demuestra el robo de los documentos privados del aposento papal. «Es una cuestión sobre la que informamos al Papa exclusivamente –dijo Herranz a la emisora italiana Radio 24. Claro, se ha hablado de esta hipótesis como motivo de la renuncia del Papa, pero yo creo que hay que respetar la consciencia de las personas. La consciencia de las personas el el lugar sagrado de cada hombre, se trata de decisiones que se toman en lo profundo de la consciencia y hay que respetarlas como tales».
En cuanto a la denuncia que hizo el Papa durante la ceremonia del Miércoles de Ceniza sobre las desfiguraciones del rostro de la Iglesia, el cardenal Herranz dijo: «Claro, las divisiones existen y siempre han existido, así como las violentas contraposiciones de líneas ideológicas; no es cosa nueva, pero tienen su peso». Según Herranz, el nuevo Pontífice tendrá que seguir el surco trazado por sus predecesores: dar a conocer a Cristo, enseñar a amar a Cristo, evangelizar. «Las características de la persona, como la pertenencia geográfica, el conocimiento de las lenguas, la edad, serán evaluadas, pero no serán decisivas en la elección de los cardenales».
Mientras tanto, la Santa Sede niega que el motivo de la renuncia del Papa sea el escándalo de los “vatileaks”. La decisión del Pontífice no estuvo determinada de ninguna manera por el caso de los “vatileaks”, indica “L’Osservatore Romano”. El episodio, de hecho, no afectó al Papa ni hizo que sintiera el peso de su ministerio, aunque para Benedicto XVI se trata de un hecho incomprensible. Hoy, el padre Lombardi observó que la comisión cardenalicia que se encargó de la investigación «hizo su trabajo, hizo su informe, lo entregó en las manos del Santo Padre» y subrayó que en el Vaticano no siguen las especulaciones o fantasías u opiniones que «se expresan sobre este tema, y no hay que esperar tampoco que los tres cardenales den entrevistas, porque han acordado la línea de no responder y de no dar información», al respecto.
El Papa Benedicto XVI, subrayó el portavoz de la Sala de Prensa del Vaticano, está viviendo los últimos días de su Pontificado con espíritu «profundo y positivo», interpretando este periodo como un «tiempo de reflexión profunda, de búsqueda espiritual común; este es el punto de vista de la Iglesia con el que la Iglesia debería vivir este tiempo».