(Milenio/InfoCatólica) Encabezados por Monseñor José Luis Amezcua Melgoza, sacerdotes, seminaristas, comunidad religiosas y fieles en general, partieron cerca de las 18:00 horas del monumento al Rey de Colimán y culminaron en la catedral ubicada en pleno corazón de la capital del estado, donde el obispo habló de recientes hechos violentos, entre ellos el crimen y violación de una niña, así como el asesinato a golpes del padre José Flores Preciado.
Vestidos de blanco en su mayoría, los manifestantes portaban pancartas y fotografías del padre muerto a golpes por al menos tres asaltantes, así como de la menor asesinada en el municipio de Tecomán, donde los hechos delictivos, principalmente las ejecuciones, se dan a diario, lo que ha obligado al gobierno estatal a solicitar la ayuda del Ejército.
El rector de la catedral, Jesús Mendoza Preciado, recordó que la marcha tuvo como principal propósito concientizar a todos (ciudadanía y autoridades) sobre lo importante que es buscar la justicia y la paz: “En nuestro caso, como Iglesia católica, tenemos el recurso de la oración y de la peregrinación”.
Sobre las declaraciones del gobernador Mario Anguiano Moreno, de que esta manifestación no debe politizarse, respondió: “La Iglesia no debe politizar”.
“Está prohibido en la Iglesia politizar. Estamos de acuerdo en que la marcha suceda en silencio, porque antes que una marcha de protesta, esta es una marcha de concientización. No estamos protestando contra nada. Estamos haciendo conciencia de la situación que vivimos y hay que recurrir a Dios en esos casos especiales”, destacó Mendoza Preciado.
El rector de la catedral señaló que en la actualidad ya no hay ningún respeto por la vida humana, y en particular, la situación de violencia que se está viviendo en Colima es muy difícil “y esto dificulta muchísimo la convivencia en la sociedad misma”.