(Iglesia Navarra/InfoCatólica) Los obispos invitan a profundizar, testimoniar y proponer la fe, para dar un nuevo impulso a la misión evangelizadora.
El relato de los discípulos de Emaús sirve de marco y guía para esta Carta-Pastoral. Los prelados invitan a caminar acompañados por Jesús y a profundizar en la experiencia creyente escuchando la palabra, acompañando a quien sufre, celebrando la eucaristía o adhiriéndose a la comunidad.
Tras cada apartado de la Carta Pastoral, los obispos ofrecen un espacio complementario con citas del Nuevo Testamento, una cita conciliar y cuestiones para la reflexión y el diálogo.
Destinatarios de la Carta
Los prelados distinguen diferentes destinatarios de la Carta como son los que forman parte de la comunidad cristiana y las personas que se sientan decepcionadas por los sinsabores de la vida o quienes pasan especial necesidad y cargan con el peso del sufrimiento.
Los obispos recuperan algunas reflexiones de la Carta Pastoral de hace dos años, para remarcar que grandes valores muy propios de nuestro tiempo se ven, a menudo, amenazados.
Además de los desafíos que afectan a la sociedad, los prelados mencionan los específicos de la Iglesia como son la fragilidad y debilidad de nuestra fe personal y comunitaria. Del mismo modo añaden la evidencia de algunos problemas de comunión entre nosotros. Por este motivo solicitan el fortalecimiento de la comunión eclesial.
En otro orden de cosas, los obispos se refieren al crecimiento del conocimiento de los libros sagrados en las comunidades gracias a los grupos bíblicos, los equipos de revisión de vida, los catecumenados, la catequesis, entre otros. Al hilo de esta constatación, subrayan la importancia de la homilía para muchos la única ocasión de recibir una catequesis bíblica.
La Carta hace referencia al sacramento de la reconciliación que requiere una seria reflexión y una renovada propuesta sobre el modo de revitalizarlo, ofrecerlo y ejercerlo, en la vida personal y comunitaria.
Los obispos se refieren a la familia como Iglesia doméstica donde se van configurando valores y actitudes determinantes en nuestra vida
Los obispos de Navarra, Bilbao, San Sebastián y Vitoria finalizan el relato del camino de Emaús recordando la importancia de que la Iglesia realice un importante esfuerzo evangelizador de encarnación y de inculturación, con el fin de que nuestro testimonio personal y comunitario resulte accesible y creíble para el tiempo presente.