(A. Méndez/FarodeVigo/InfoCatólica*) –¿Qué objetivos se ha fijado para los próximos tres años?
–Queremos lograr una mayor proyección del instituto y eso implica realizar más actividades abiertas al público en general. La intención es que el centro contribuya no sólo a la vida religiosa, sino también a la vida cultural de la ciudad. Será necesario colaborar con otras entidades y promocionar nuestra revista Telmus, ahora anual.
–¿Cuál es el cometido exacto del instituto teológico de Vigo?
–Se ocupa de la formación académica de los 13 alumnos del Seminario Mayor. Cursan estudios de teología durante dos años y cuatro de filosofía. Al finalizar, después de un examen, obtienen la Licenciatura en Estudios Eclesiásticos, titulación universitaria reconocida como licenciatura por el ministerio.
–¿En qué se diferencian de la formación que reciben dentro del propio Seminario Mayor?
–En el instituto hay docentes que imparten un determinado tipo de formación, mientras que en el seminario se centran en aspectos espirituales y personales.
–¿Pueden acceder alumnos de fuera del Seminario Mayor?
–En Santiago es posible pero aquí no se ha planteado porque existe un Instituto de Ciencias Religiosas dentro de la Diócesis Tui-Vigo a donde acuden profesores de religión, entre otros.
–¿Temas como la reforma de la ley del aborto o la investigación con células madre tienen cabida en la formación de los futuros sacerdotes?
–Desde luego. Forman parte de la asignatura de Teología de la Moral de la Persona que se dá en cuarto. De forma complementaria también se trata en el temario de Bioética.
–¿Cómo se abordan?
–Nuestra misión es ofrecerles los fundamentos biológicos y teológicos para que se hagan una opinión fundada. Es lógico que temas de actualidad sobre la defensa de la dignidad humana se aborden en clase. El temario no varía de un año a otro, pero hay temas emergentes que se incluyen en las explicaciones.
–La postura de la Iglesia está clara pero ¿surge el debate en clase entre los alumnos?
–En lo esencial las posturas son idénticas, aunque hay matices al valorar una ley o una opinión pública. Lo que es incuestionable es la defensa de la vida humana y para ello no hace falta ser católico. Hay muchas personas de fuera que comparten nuestros argumentos.
–¿Qué opina del protagonismo que toma la Iglesia en temas como el aborto?
–Nosotros como Instituto Teológico no acudimos a manifestaciones. La palabra de la teología es pública y nuestros medios no son más que la palabra y los argumentos. Estamos al servicio de la sociedad y hay gente a la que convence nuestro discurso coherente. Lo que no es lógico es que se trate de excluir nuestra opinión del debate social. En algunos temas nos sentimos poco escuchados. A veces, una palabra de la teología es descalificada desde determinados sectores sin ni siquiera valorarla.
