(ACI/InfoCatólica*) Asimismo precisaron que elevar a rango de carta Magna la defensa de la vida desde el momento de la fecundación, es decir desde que el espermatozoide fecunda al óvulo, es un acto constitucional y está en línea con acuerdos, tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por el Estado mexicano, como la Convención Americana sobre los Derechos Humanos; la Convención sobre los Derechos del Niño y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Todos estos acuerdos internacionales, explica el dictamen aprobado, establecen que toda persona tiene derecho a que se le respete la vida a partir del momento de la concepción; subrayan que todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y a la seguridad de las personas; sobre todo hacen énfasis en que el derecho a la vida es inherente a la persona humana y que el derecho a la vida está protegido por la ley y nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.
Tras precisar que el aborto no es la solución a un embarazo no deseado sino que genera siempre más problemas para la mujer, los diputados explicaron que "si no garantizamos el derecho a vivir del ser humano desde la fecundación a través de la Constitución política de nuestro Estado, estamos condenando a los seres humanos a depender para vivir de voluntades externas ya que no se puede defender ni garantizar lo que la propia constitución no señala de manera clara y contundente".
En la argumentación científica del dictamen, la doctora María Cristina Márquez Orozco, licenciada en Biología por la Facultad de Ciencias de la UNAM, explicó que sí es posible saber cuándo se está ante un ser humano, esto ocurre con la fecundación, "ya que es entonces que se inicia el desarrollo de un ser humano con genes propios que determinan su condición de ser humano único e irrepetible, que la dan individualidad".
Sin embargo, la prensa local explicó que la modificación todavía permite el aborto en casos de violación, cuanto esté en riesgo la vida de la madre o por alguna malformación congénita del bebé.