(Zenit/Agencias/InfoCatólica*) El tarde del lunes Benedicto XVI concluyó el undécimo viaje internacional desde su llegada al trono de San Pedro en abril de 2005, el cual le llevó durante siete días a las capitales de Camerún y Angola, Yaoundé y Luanda respectivamente.
Como en el viaje de ida, Benedicto XVI dialogó con los periodistas en el vuelo hacia Roma, sobre su visita pastoral. “Me ha impresionado mucho el espíritu de recogimiento en las liturgias, el fuerte sentido de lo sagrado: en las liturgias no hay autorrepresentación de los grupos, autoanimación, sino que hay presencia de lo sagrado, de Dios mismo; también los movimientos eran siempre movimientos de respeto y de conciencia de la presencia divina” -dijo el obispo de Roma-.
El recuerdo del Papa fue también para el encuentro del 19 de marzo con los enfermos del Centro “Cardenal Paul Emile Léger” de Yaoundé, una estructura sanitaria destinada a la rehabilitación de los discapacitados fundada en 1972 por el purpurado canadiense del que toma el nombre. “Me ha tocado el corazón ver aquí el mundo de los muchos sufrimientos, todo el sufrimiento, la tristeza, la pobreza de la existencia humana, pero ver también cómo Estado e Iglesia colaboran para ayudar a los que sufren”, comentó el Papa. “Y se ve, me parece, que el hombre ayudando al que sufre se hace más hombre, el mundo se hace más humano: esto queda grabado en mi memoria”, añadió.
Hizo también una referencia al Instrumentum laboris (documento de trabajo) para la Segunda Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para Äfrica, que se celebrará en Roma entre el 4 y el 25 de octubre de 2009 y que Benedicto XVI ha querido entregar personalmente a los presidentes de las 42 Conferencias Episcopales africanas, el 19 de marzo, durante la Misa en el estadio “Amadou Ahidjo” de Yaoundé.
Además, la tarde del mismo día, en la Nunciatura Apostólica de Yaoundé, el Pontífice se reunió con los miembros del Consejo Especial para África del Sínodo de los Obispos, que integran 12 obispos (3 cardenales, 8 arzobispos y 1 obispo de tradición caldea), para analizar las luces y las sombras, así como las expectativas de la Iglesia local.
“Podría contar muchas cosas -dijo Benedicto XVI-, por ejemplo que la Iglesia de Sudáfrica, que ha tenido una experiencia difícil de reconciliación, pero sustancialmente exitosa, ayuda ahora con sus experiencias el intento de reconciliación en Burundi e intenta hacer algo parecido, aunque con grandísimas dificultades, en Zimbabwe”.
El Papa mostró también profundo dolor por la muerte de las dos chicas arrolladas por la multitud, que causó también cerca de noventa heridos, en el incidente que se creó fuera del recinto del estadio Coqueiros de Luanda, donde poco después se habría celebrado el encuentro con los jóvenes angoleños. “He rezado y rezo por ellas”, dijo el Pontífice.
La Prefectura de la Casa Pontificia comunicó que el Papa ha suspendido todas sus actividades públicas de los próximos días para descansar del viaje apostólico. Benedicto XVI no presidirá la audiencia general de los miércoles de este 25 de marzo en la Plaza de San Pedro del Vaticano y retomará sus apariciones públicas la mañana del jueves 26 en el Palacio Apostólico cuando reciba en audiencia, en el marco de un encuentro oficial, al presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbayev.
La agenda papal incluye el viernes una reunión privada con el presidente de Chipre, Demetris Christofias, y el sábado un encuentro con dirigentes del Servicio Civil Nacional Italiano, ambas reuniones en El Vaticano. Asimismo, el Papa tiene prevista el domingo una visita a la parroquia "Santo Rostro de Jesús" en el barrio de la Magliana, a las afueras de Roma, donde celebrará la Eucaristía. Ese mismo día rezará el Angelus con los peregrinos en la Plaza de San Pedro.