(Fides/Agencias/InfoCatólica*) El 25 de marzo, en coincidencia con la solemnidad de la Anunciación del Señor, se celebrará la “Jornada Nacional del Niño por nacer” en numerosos países. En América Latina cada vez se va extendiendo más esta practica, ante el gran ataque contra la vida humana naciente.
En Argentina se celebra desde 1998 y diversas comunidades, movimientos e instituciones realizarán durante toda la semana distintas actividades con el fin de promover la toma de conciencia del valor de la vida humana desde el momento de la concepción. En Buenos Aires, San Juan, Salta, Rosario, Mendoza, Mar de Plata y muchas otras ciudades los católicos participarán en iniciativas como Vigilias de oración, Eucaristías y bendición a las embarazadas, Conferencias, Fiestas y manifestaciones artísticas, incluyendo bicicletadas y Marchas por la Vida.
La Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la Sección de Familia, ha venido promoviendo esta celebración y cada año se une así a la campaña internacional que ha emprendido la Iglesia, por una cultura de la vida humana. Esta Jornada recuerda que “el niño por nacer” es un ser humano, un hijo de Dios, que merece cuidado, atención por parte de los padres que lo han engendrado y por parte de la sociedad que se ve enriquecida con un nuevo miembro.
Los temas de reflexión propuestos para esta Jornada 2009 son: Reafirmar el valor de toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural; Promover la cultura de la vida humana; Despertar la solidaridad: acompañar a las madres gestantes; Orar para que haya en nuestro país respeto por toda vida humana.
La Conferencia Episcopal propone además una serie de iniciativas de carácter formativo, social y cultural y religiosos, para celebrar esta Jornada, entre ellas destacan: Asambleas familiares, Talleres de formación en paternidad y maternidad responsables, Proyección de videos sobre el tema del aborto; Encuentros y convivencias con personal sanitario de los hospitales y de las clínicas; Talleres de formación con dirigentes públicos y personal sanitario sobre la objeción de conciencia y consentimiento informado; Lanzamiento de la jornada a través de los medios de comunicación; Realización de marchas y expresiones culturales en defensa de la vida humana; Celebración eucarística y bendición de las madres gestantes.
En Chile la Jornada se celebra desde 1999. El 24 de marzo se celebrará una Eucaristía en la Catedral de Santiago presidida por Mons. Fernando Chomali, Obispo Auxiliar de Santiago, y el Padre Marcos Burzawa, msf., y organizada por la Vicaría para la Familia, junto con la Red por la Vida y la Familia. Durante la celebración, se hará entrega de la imagen de la Virgen de Guadalupe, la gran abogada y defensora de la vida humana, reafirmando el compromiso de la Iglesia de Chile en favor de la causa. "La idea es celebrar el maravilloso acto de amor que es el florecimiento de un nuevo ser y, con ello, promover una cultura de la vida en nuestra sociedad", ha explicado el P.Marcos.
En Perú, el Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren, Presidente de la Comisión Episcopal de Familia Infancia y Vida del Episcopado del Perú afirmó que los peruanos quieren la paz, pero advirtió que la paz social "no se puede construir mediante la violencia criminal que se realiza en los senos maternos a través del crimen y del pecado del aborto". Mons. Eguren llamó a los peruanos a "estar en guardia" para proteger al niño por nacer de aquellos "intereses ideológicos y económicos muy poderosos que pretenden a toda costa legalizar el aborto en el Perú".
Durante la Misa por el Día del Niño por Nacer, Mons. Eguren el pasado domingo recordó que dentro de poco se celebrará la Semana Santa e indicó que para que el Verbo de Dios se encarnara tuvo que pasar por la fase embrionaria. "La ley natural inscrita en el corazón de toda persona humana e iluminada por la revelación cristiana", exige respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por ello, llamó a los peruanos a rechazar el aborto.
Tras recordar que la ciencia confirma que la vida se inicia en la concepción, el Prelado afirmó que un niño por nacer es expresión del amor de Dios "y por tanto siempre debe ser causa de alegría". Tras culminar la Eucaristía, los miles de fieles congregados fuera de la Catedral iniciaron la marcha por la vida, convocada para defender el derecho a la vida de los no nacidos.