(Pablo J. Ginés/La Razón) "En esos festivales te permiten como mucho alguna historia deísta, espiritual, pero ninguna película que trate bien la religión", añade. Además, el director critica también el individualismo de los cineastas cristianos, "que somos tan independientes que nunca nos apoyamos en festivales o medios de comunicación". Aunque hay muchos pequeños festivales de cine cristiano o espiritual, sobre todo en Italia, Zanussi lamenta su fragmentación y falta de coordinación.
Funcionario en paro
El director explicó además a La Razón una peculiar experiencia que vivió en 1990, al caer el comunismo. "Un hombre vino a mi casa y me dijo que me conocía bien, que lo sabía todo sobre mí y que le gustaba mucho cómo escribía. ¡Era el funcionario comunista que durante 10 años había abierto mis cartas y leído mi correo! Y me dijo: «Yo sé que es usted un cristiano sincero, y ahora que estoy en paro vengo a pedirle trabajo». Yo le dije que quizá podía ayudarnos como jardinero en la casa. Pero él dijo que quería un trabajo intelectual. Yo lo remití a mi amigo el director Kristof Kieslowsky, que escuchó sus historias y le inspiraron para su película `Rojo´".