(Álex Navajas/La Razón) "Quiero darte la fórmula de la santidad. Primero, alegría. Lo que conturba y roba la paz no viene de Dios. Segundo, tus deberes de clase y piedad. Todo ello por amor a Dios y no por ambición. Tercero, hacer el bien a los demás. Ayuda siempre a tus compañeros, aunque te cueste algún sacrificio. En esto está toda la santidad". Así le resumió san Juan Bosco, fundador de los salesianos, a su alumno aventajado, Domingo Savio, el camino que debía seguir para llegar a ser santo. Y el niño lo siguió y, efectivamente, alcanzó la santidad.
La vida de santo Domingo Savio es la primera de las cinco biografías que el catedrático de Historia Contemporánea Javier Paredes recoge en su último libro, "Santos de pantalón corto", de la editorial Homolegens. Todos ellos son niños que apenas llegaron a la adolescencia a los que la Iglesia ha reconocido sus virtudes heroicas. Es el caso de la chilena Laura Vicuña, alumna también de las salesianas, y que falleció a los 14 años después de ofrecer su vida a Dios por la conversión de su madre. Esta niña extraordinaria vio cumplido su deseo y, poco antes de fallecer, exclamó: "¡Gracias, Jesús! ¡Gracias, María! ¡Ahora muero contenta!".
Las últimas tres historias son más conocidas: se trata de las hagiografías de los tres pastores de Fátima, a los que la Virgen se apareció en 1917. Pero el autor introduce elementos biográficos casi desconocidos para el gran público. "Se trata de un libro breve, pero que me ha llevado más de diez años completarlo", ha afirmado Javier Paredes. Un esfuerzo que, según ha anunciado, será coronado con un segundo libro en los próximos meses.