(ACI) Así lo expresó el Prelado en la Misa que celebró por la nación ecuatoriana, a pocos días de realizarse el referéndum del 28 de septiembre que aprobaría o no la nueva Constitución, en cuya redacción han participado ideólogos españoles y que es promovida por el Presidente Rafael Correa, en la que se además del aborto, se alienta las uniones homosexuales y la injerencia del Estado en la educación de los niños y jóvenes.
En su homilía, el Arzobispo de Guayaquil destacó que "la historia se teje siempre entre el gobierno de Dios y la libre colaboración de los hombres, entre el cielo y la tierra". "El poder terreno sin el cielo permanece ambiguo y frágil. Solo el poder que se pone bajo el criterio y bajo el juicio del cielo, es decir de Dios, puede llegar a ser un poder benéfico. Y solo el poder que se encuentra bajo la bendición de Dios es confiable", agregó.