(Luis F. Pérez/InfoCatólica*) De entre los más de 150 libros publicados por César Vidal, "¿Por qué soy cristiano?" es quizás el más personal y directo de todos. En el mismo, el autor explica el cómo y porqué profesa una fe que, según reconoce en esta entrevista, afecta a todos los ámbitos de su vida:
- San Pedro pide en su primera epístola que los cristianos den razones de su fe: ¿Por qué es usted cristiano?
- Para ser breve podría citar a Pablo cuando dice (Gálatas 2, 20) que "el Hijo de Dios me amó y se entregó a si mismo por mi". Creo que ser cristiano es una respuesta de amor al Amor que significó que Dios se encarnara para morir expiatoriamente en la cruz por mis pecados. Sin embargo, he de decir también que ésa no es la única razón que tengo para ser cristiano y así intento exponerlo en el conjunto del libro. Soy cristiano porque el cristianismo da testimonio de la Verdad que es Jesús, porque da respuesta a las preguntas eternas del ser humano, porque permite iniciar una vida totalmente nueva y porque nada ha cambiado tanto y tan positivamente la Historia como el impacto de la enseñanza de Jesús. El cristianismo, entendido como la relación personal y estrecha con Dios a través de Jesús, no es una opción. Es LA opción.
- ¿Afecta su fe a todos los ámbitos de su vida cotidiana?
- Sí, a todos. No puedo entenderla de otra manera y, a decir verdad, me cuesta comprender como alguien puede afirmar que tiene fe sin traducir esa afirmación en todos los aspectos de su vida.
- ¿Qué cree que deber implicar el ser cristiano en la España de principios del siglo XXI?
- Pues no creo que nada que sea sustancialmente distinto de lo que implicaba en el s. I cuando se escribió el Nuevo Testamento y los cristianos ya comenzaron a ser perseguidos. Ser cristiano implica, en primer lugar, aceptar por fe y con gratitud la salvación que Dios nos brinda inmerecidamente en Cristo; en segundo lugar, permitir que el Espíritu Santo transforme nuestras vidas para irnos asemejando a Jesús y, en tercer lugar, dar testimonio firme y consecuente de la salvación y de la esperanza que existen en Cristo.
- Usted es protestante evangélico en un país de mayoría de católicos bautizados, ¿cuál cree que es la situación del protestantismo español en estos momentos y qué pueden aportar ustedes al conjunto del país?
- Ciertamente, los evangélicos son una pequeña minoría que sólo en las últimas décadas ha experimentado la libertad religiosa en España. Eso ha creado problemas de "crecimiento" por la falta de costumbre y también por la dificultad para discernir los cambios de los tiempos y las situaciones nuevas y distintas. La gran aportación de los evangélicos a la sociedad española puede ser su amor a la Biblia, su deseo de que la gente conozca a Jesús y su ofrecimiento a vivir una nueva vida bajo la dirección del Espíritu Santo.
- San Pablo decía a los corintios que los cristianos habrían de juzgar al mundo, ¿qué juicio le merece la España actual?
- Temo que el apóstol se refería a un juicio escatológico y no a una consideración actual, pero, como no quiero eludir la respuesta, diré que veo a España desnortada por la búsqueda de la satisfacción inmediata, envenenada con la idea de que se puede vivir de manera plena dando la espalda a Dios y desamparada por el comportamiento de muchas personas que se dicen creyentes pero que luego no permiten que su supuesta fe influya en sus decisiones vitales. Por utilizar, el término usado por Jesús, temo que una buena parte de esta sociedad está como las ovejas que no tienen pastor.
- Usted viaja habitualmente a Estados Unidos y conoce de primera mano aquel país y a sus gentes, ¿cuál es la diferencia entre la sociedad estadounidense y la europea en relación al papel que la fe juega en la vida pública?
- Enorme. Estados Unidos es una nación fundada por los puritanos que incluso concibieron un sistema constitucional extraordinariamente resistente y eficaz. La Biblia es el punto de referencia para la antropología e incluso para la acción política y eso explica, por ejemplo, la fuerza de los grupos pro-vida o que un 1 por ciento del PIB sea entregado por los ciudadanos de manera voluntaria a los paises del Tercer Mundo. Compárese esto con la cruzada ranciamente laicista de ZP y el silencio del PP, con el boicot mediático hacia los pro-vida o con el 0.7 que piden tantos pero a costa de los impuestos de todos y se verá que la diferencia es abismal.
- Este lunes da comienzo a la nueva temporada en La Linterna, ¿con qué ánimos se enfrenta al siempre nuevo reto de iluminar las noches de sus oyentes?
- Con muchos ánimos. Siempre he tenido claro - y así lo he expresado en repetidas ocasiones - que nunca busqué, pensé o ambicioné dirigir la Linterna y que estaré al frente del programa mientras el Señor quiera y que, cuando sea Su voluntad, me marcharé feliz y alegre al nuevo destine que me asigne. Por lo tanto, mientras cumpla con esa tarea, me siento muy animado y muy contento porque sé que me limito a hacer Su Voluntad.
- ¿Cree que la actual Cope seguirá siendo uno de los referentes mediáticos fundamentales para la derecha social de este país?
- Yo creo que la COPE actual excede con mucho el hecho de ser un referente para la derecha. Lo es, sin duda, pero en los últimos años y de manera muy especial con gente como Federico Jiménez Losantos o Ignacio Villa se ha convertido en un gallardo y admirable ejemplo de independencia informativa, de defensa de la libertad frente al despotismo del signo que sea y de decisión a la hora de abogar por valores - como el de la vida - contra los que se desencadena desde las más altas instancias una ofensiva en toda regla. La COPE es, hoy por hoy, la voz de millones que no tienen voz porque se la niegan otros medios de comunicación y confío y espero que lo siga siendo siempre.
-Muchas gracias, don César.