(EcclesiaDigital) Monseñor Paolo Pezzi, arzobispo católico de Moscú desde el pasado mes de septiembre de 2007, ha ofrecido en el Meeting de Rimini este martes un testimonio sobre su vocación. Pezzi ha afirmado que “la diferencia entre el proselitismo y la misión es que la misión lleva a las personas a Cristo y el proselitismo no”. El arzobispo de Moscú ha hecho estas afirmaciones después de que en algunas ocasiones los responsables de la Iglesia Ortodoxa acusaran e a los católicos rusos de proselitismo. Monseñor Pezzi también se ha referido a la polémica por ser extranjero. “Cuando el Papa me nombró algunos consideraron que era un problema que hubiese un obispo extranjero en tierra rusa. En realidad uno es extranjero cuando se pierde la familiaridad con el Dios. Si el Misterio es familiar se está siempre en casa”.
El arzobispo de Moscú ha agradecido lo que le ha enseñado el fundador de Comunión y Liberación. “Para Occidente la misión significa comunicar la belleza de Cristo – ha afirmado monseñor Pezzi-. En Oriente la misión es la propia transfiguración. Estos dos aspectos de la misión los he podido vivir siguiendo a don Giussani. “Cuando me nombró el Papa- ha añadido el arzobispo de Moscú- me pregunte cómo podía comenzar mi trabajo. Me di cuenta de que la cuestión no es crear comisiones, sino encontrarse con la gente. He empezado a celebrar encuentros con los jóvenes, la transmisión de la fe no puede venir más que del encuentro entre personas”. Monseñor Pezzi ha continuado reuniéndose con sacerdotes ortodoxos, como antes de ser ordenado obispo. “Ecumenismo es dirigirse hacia el otro para reconocer la verdad que hay en él. La verdad que también te ha alcanzado a ti”. Ha añadido monseñor Pezzi que ha recordado como hace 25 años trabajaba como voluntario en el Meeting de Rimini montando escenarios como uno en el que hoy ha hablado. “Sin el sí cotidiano a Cristo, la vida se convierte en cálculo”, ha concluido el arzobispo de Moscú.