(ProtestanteDigital) Ante el anuncio de un funeral oficial por las víctimas del accidente de aviación de Barajas el próximo 1 de septiembre en la Catedral de la Almudena de Madrid, oficiado por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, la Alianza Evangélica Española ha hecho público un Comunicado en el que expone la multiconfesionalidad de las víctimas y manifiesta que este acto supone "sumar -al ya intenso dolor de la tragedia sufrida- otro añadido de menosprecio a los sentimientos de muchos de los ya fallecidos y de sus familiares".
Ya ocurrió tras el mayor atentado de la historia de España, el terrorífico 11M en Atocha, en el año 2004. Aunque las víctimas fueron de todas las ideologías -tanto no creyentes como creyentes católicos, judíos, islámicos y protestantes- se realizó un funeral de Estado católico. También -como el anunciado para las víctimas del reciente accidente aéreo de Barajas- en la catedral de la Almudena y oficiado por Rouco Varela.
Entre las víctimas del accidente del avión de Spanair del pasado 20 de agosto había al menos un cristiano evangélico o protestante, Rubén Santana Mateo, canario residente en Madrid, que era miembro junto a su familia desde hacía muchos años de una iglesia protestante (bautista) de Tres Cantos (Madrid). Su viuda ha hecho saber que no desea una ceremonia católica para su marido. Y es seguro que habrá personas no creyentes, y hay creyentes de otras confesiones: al menos dos musulmanes, según la Unión Islámica.
A pesar de todo esto, y del clamor popular de protesta que se levantó tras el funeral católico de Estado del 11M, de nuevo se vuelve a caer en una ceremonia católica oficial que incluye forzosamente a quienes no son de esta confesión y como un acto oficial de entidades públicas: la ceremonia fue anunciada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y confirmada por la Conferencia Episcopal católica española.
DENUNCIA DE LA AEE
Nada más conocerse hoy el anuncio del funeral oficial -católico- por las víctimas de Barajas, la AEE ha lanzado un Comunicado en el que "desde el más profundo respeto a quienes profesen la fe católica, y su derecho a acoger y sobrellevar estos momentos desde su fe", exponen que esta "imposición" a todas las víctimas y a sus familiares de un acto religioso oficial contrario a sus creencias más íntimas "es una auténtica violación no ya sólo de la laicidad del Estado (que casi sería lo de menos, siendo grave) sino del respeto mínimo que merece la memoria de los fallecidos y sus familiares".
Considera la AEE que si se perpetúa este "acto religioso monoconfesional oficial" para el conjunto de las víctimas supondría no sólo un "monopolio religioso, sino aplastar la dignidad de muchos ciudadanos en un momento de máximo sufrimiento personal".
Finalmente, considera la AEE que sería de desear que se rectificase esta vía de actuación, y que el acto oficial o bien sea no-religioso ("cada familia puede acudir de manera particular a la forma de conmemoración -religiosa o no- que mejor considere"); o bien que sea pluriconfesional atendiendo a la realidad y el sentimiento de la memoria de los fallecidos y del deseo de sus familiares.
LA FEREDE HABÍA AVISADO
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), representante legal ante el Estado, expuso tras el accidente su deseo de sumarse, a través de un comunicado, a las muchas manifestaciones de dolor y solidaridad que, desde todos los sectores de la sociedad española y del mundo, se están manifestando en apoyo a los familiares y allegados de las víctimas, fallecidos y heridos.
Ya avisaba la FEREDE que, además del evangélico Rubén Santana era posible que hubiese más personas fallecidas de fe protestante, especialmente entre las víctimas de nacionalidad extranjera. Y expresaba a la sociedad y a las autoridades que en caso de que la Administración organizase funerales de Estado o actos institucionales en homenaje a las víctimas, tuviese en cuenta y fuese respetuoso con la pluralidad de creencias religiosas, o con la ausencia de religión, que profesaran las mismas, así como sus familiares o allegados.
TAMBIÉN LA SOCIEDAD
No sólo las entidades evangélicas, sino que la propia sociedad española ha expresado esta opinión. Tras los cinco minutos de silencio que se guardaron en la madrileña plaza de Cibeles el pasado 21 de agosto en memoria de las víctimas del accidente de Spanair sucedido el día anterior, un grupo de personas se manifestó con pancartas en mano reivindicando que a los fallecidos se les celebre un Funeral de Estado civil.
En declaraciones a Europa Press, uno de los manifestantes, Martín Sagreras, exigió un "funeral de Estado laico" para las víctimas ya que, a su juicio, "España no es la de Franco ni la del islamismo", sino un "Estado democrático y aconfesional".
Por ello, apuntó que si se lleva a cabo un funeral religioso sería "una falsificación de la religión católica". "Los católicos deberían estar avergonzados por hacer un funeral católico a alguien que no lo es: es una vergüenza", concluyó.