(Efe/LD) "Mi peor pecado ha sido el egoísmo. Durante mi juventud experimente con drogas, bebí...hice todo eso porque solo pensaba en mí mismo, por mi incapacidad en centrarme en los demás", afirmó el candidato demócrata Barack Obama, el primero en sentarse junto al reverendo. Obama, que ya narró su peripecias juveniles en el libro "Dreams of my Father", explicó, no obstante, que aquellos episodios le sirvieron para ser una mejor persona.
El republicano John McCain confesó, apenas unos minutos después de sustituir a Obama en el escenario, que su mayor error moral lo cometió también de joven, cuando fracasó su primer matrimonio. "Soy una persona muy imperfecta, pero creo que aquello fue mi mayor fallo moral", dijo McCain, en una rara referencia a su matrimonio con Carol Shepp, una modelo de Filadelfia con la que se casó poco antes de partir a la Guerra de Vietnam, donde fue apresado y permaneció prisionero durante cinco años.
Durante su ausencia, Carol Shepp sufrió un grave accidente que la dejo desfigurada. Cuando McCain regresó de Vietnam hecho un héroe de guerra y una celebridad, relanzó su carrera militar, y comenzó una relación extra matrimonial con Cindy Lou Hensley, una rica heredera que poco después se convertiría en su esposa.
El acto celebrado esta noche, ampliamente televisado por varias cadenas, tiene una gran importancia en este momento electoral, en el que Obama y McCain están prácticamente empatados en intención de voto, y el apoyo a uno u otro del importante voto evangélico puede ser determinante en noviembre.
El Pastor Warren, que hizo de anfitrión y de entrevistador, dirige una de las principales macroiglesias de Estados Unidos, la parroquia de Saddleback, en Lake Forest, California, de la que forman parte 25.000 feligreses.
Los dos candidatos acudieron al foro organizado por el reverendo con la determinación de dejar clara su fe cristiana y su apoyo a los valores tradicionales, aunque dado el conservadurismo de los evangélicos cristianos, John McCain tuvo mucho mas fácil que su oponente ganarse a la audiencia.
Así, contestó con seguridad y rapidez que se oponía al aborto, que iba a promover las medidas pro-vida, que el matrimonio solo se podía definir como la unión entre un hombre y una mujer, y que el diablo existía porque lo había visto en Bin Laden, el líder de Al Qaeda.
Obama también se volcó a narrar su fe cristiana y se entretuvo en explicar con detalle cómo su fe en Jesús le había ayudado a llevar las cargas de su vida y le había dado el valor para afrontar retos como luchar por la presidencia del país.
No obstante, no esquivó las preguntas acerca del aborto y reiteró que es un firme defensor de la capacidad de decisión de la mujer, aunque también de ponerse a trabajar codo con codo con sus oponentes para buscar un objetivo común, como es que se reduzca el alto numero de abortos en Estados Unidos.
Al igual que su oponente, definió el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, pero igualmente afirmó creer en la legalidad de las uniones civiles, que equipare a los homosexuales con los derechos de los heterosexuales.
Otra de las divergencias surgieron al hablar de si se debía subir los impuestos a los ricos. ¿Que es ser rico? Les preguntó el pastor. "Eres rico si ganas más de 250.000 dólares al año. Todos debemos entender que la educación, las carreteras, los servicios... no son gratis. Todos debemos arrimar el hombro", dijo Obama, en defensa de su intención de subir los impuestos a las rentas más altas.
"Para mí, toda persona que tiene un trabajo, una casa, que puede dar una educación a sus hijos, y les puede ayudar a mejorar en la vida, para mi esa persona es rica. Y yo no les quiero subir los impuestos a estas familias. Yo no le quiero subir los impuestos a nadie", dijo McCain.
Aunque fueron entrevistados por separados, McCain y Obama coincidieron en el escenario en el cambio de turno de preguntas, en lo que supone su primera comparecencia conjunta en un acto electoral en esta campaña.
Según el centro de investigación Pew, el 26 por ciento de los votantes es cristiano evangélico, y en los ocho últimos años ha votado de manera abrumadora por un republicano. Sin embargo, debido al panorama que se presenta con el relevo en la Casa Blanca, las encuestas revelan que los votantes cristianos están cada vez más abiertos a considerar otras opciones.
Los últimos sondeos, dados a conocer esta misma semana, apuntan a que el candidato republicano John McCain cuenta con el apoyo del 68 por ciento del votante evangélico blanco, frente al 24 por ciento de Obama.