(InfoCatólica*) Un tribunal ruso ordenó el viernes pasado el mantenimiento en un hospital psiquiátrico del líder de una secta apocalíptica cuyos miembros se encerraron recientemente en una cueva durante seis meses esperando la llegada del fin del mundo. La jueza María Smyslova declaró que "el acusado no es responsable por los delitos que cometió estando mentalmente enfermo. La corte ha ordenado que reciba el tratamiento médico indicado en un recinto psiquiátrico por tiempo indefinido".
La jueza aseguró que Pyotr Kuznetsov, de 44 años de edad, había ordenado a sus seguidores en la región de Penza, situada a unos 600 kms al sureste de Moscú, que quemaran sus pasaportes porque en ellos estaba "el número de la bestia. También les incitó al odio hacia las demás religiones y a otras nacionalidades distintas de la rusa.
La decisión del tribunal implica que es anulado el cargo de "creación de una organización violenta. Kuznetsov está ingresado en el asilo psiquiátrico de Pensa desde que fue detenido hace unos meses.
En noviembre del año pasado, 35 miembros de la secta se encerraron en una cueva bajo tierra para esperar el fin del mundo, que suponían llegaría en mayo de este año. Kuznetsov les aseguró que ellos recibirían el poder de decidir quién sería enviado al infierno y quién iría al cielo después del apocalipsis.
Una inundación a finales de marzo hizo que algunos miembros del grupo salieran a la superficie. Entonces se supo que dos mujeres habían fallecido durante el encierro, siendo enterradas dentro del recinto. El resto de los miembros de la secta abandonaron la cueva el 16 de mayo.
Kuznetsov, conocido por sus seguidores como el Padre Pyotr, intentó hace suicidarse hace unos meses infligiéndose graves heridas en la cabeza de las que fue operado.