(InfoCatólica*) En una decisión personal no tomada en sintonía con los órganos correspondientes de la Conferencia Episcopal Española ni del Vaticano, el todavía obispo de San Sebastián -presentó recientemente su renuncia al Papa por motivos de edad-, monseñor Uriarte, ha decidido otorgar el “Imprimatur” episcopal al texto renovado del libro "Jesús. Aproximación histórica" de José Antonio Pagola. Fuentes consultadas por Religión en Libertad han mostrado su sorpresa e incluso estupor ante la medida tomada. Medida que probablemente no logre impedir que se produzca un pronunciamiento eclesial sobre la primera versión del libro, dada su amplia difusión. Tampoco se descarta que la versión "renovada", de la que se espera igualmente que sea difundida por todo el mundo y traducida a varios idiomas, sea objeto de otros pronunciamientos episcopales e incluso que llegue a ser revisada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, la cual había mostrado un especial interés en que la Conferencia Episcopal española tomara las medidas pertinentes en esta cuestión.
Reproducimos la carta de Monseñor Uriarte a sus diocesanos anunciando el "Nihil obstat" y el "Imprimatur" del Jesús "renovado" de Pagola:
Queridos diocesanos de Gipuzkoa:
La obra de José Antonio Pagola: “Jesús. Aproximación histórica”, ha tenido un eco inusitado. He tenido acceso directo a muchos testimonios de creyentes, alejados e increyentes que, a través de su lectura, han encontrado respectivamente en ella una llamada al seguimiento, un impulso de conversión y un interés por la persona y el mensaje de Jesús. He conocido, asimismo, que en bastantes creyentes y pastores ha producido una perplejidad que ha podido turbar su fe y una crítica inspirada por la preocupación de mantener nítidamente la identidad y la integridad de la doctrina católica acerca de Jesucristo “verdadero Dios y verdadero hombre”.
Como Obispo diocesano del autor y en sintonía con los órganos de nuestra Conferencia Episcopal, he recabado dictámenes de personas competentes y eclesiales. José Antonio Pagola ha realizado, a su luz, una relectura de su obra y ofrece en el texto un nuevo capítulo que aclara la naturaleza de su libro y el alcance y los límites de una aproximación histórica a Jesús. Amplía el último capítulo para afirmar más netamente la vinculación entre la historia de Jesús y el desarrollo de la fe católica de la Iglesia e introduce en el cuerpo del libro diversas modificaciones para disipar interpretaciones a las que podían dar lugar algunos pasajes de la primera versión. Tanto él como yo estamos agradecidos a estas críticas que han contribuido a que, lejos de desnaturalizar el texto primero, el autor haya podido mejorarlo sensiblemente.
Con verdadera voluntad de contribuir a una presentación más adecuada de Jesús y al bien de la entera comunidad cristiana, el autor ha contrastado todo su trabajo con dos grandes expertos, designados en diálogo con el Presidente de la Conferencia y de plena confianza de la Iglesia. Ambos han consignado su convicción de que no encuentran en el texto renovado ninguna afirmación explícita ni implícita que contravenga el núcleo esencial de la fe cristológica profesada como normativa y vinculante por la Iglesia católica. Esta es, asimismo, la convicción de un Obispo teólogo que ha examinado minuciosamente el trabajo realizado. El Censor a quien, en el ejercicio de mi responsabilidad, encargué el dictamen sobre el texto renovado afirma “con plena certeza y conocimiento de causa que no encuentra en él ninguna afirmación que se desvíe de la fe y costumbres de la Iglesia”.
Apoyado en estos testimonios autorizados y asumiendo mi responsabilidad de Obispo diocesano del autor, he decidido, ante Dios y en conciencia, hacer mío el “Nihil Obstat” del Censor y otorgar el “Imprimatur” episcopal al texto renovado. Deberán figurar en sucesivas ediciones. Espero contribuir con ello a la integridad de la fe católica, al bien de la comunidad eclesial y a la exquisita consideración que, por tantos motivos, merece la persona del autor.
Como toda obra humana, el texto renovado es también perfectible y abierto al debate crítico de algunos aspectos que no tocan el núcleo de la fe. Según la ley de la Iglesia, el “Nihil Obstat” no prejuzga estos aspectos, ni siquiera supone en principio una recomendación del libro, sino que simplemente ofrece la garantía de que en el texto no se afirma nada contrario a la fe y a las costumbres.
Es de esperar que el intercambio entre los teólogos y los exegetas vaya ofreciendo a la comunidad cristiana y a quienes sin pertenecer a ella se interesan por Jesús, nuevas aportaciones que nos ayuden a confesarle más profundamente como el Hijo de Dios hecho hombre y a seguirle más plenamente como a nuestro Maestro y único Señor.