(La Verdad/InfoCatólica*) La Adoración Eucarística Perpetua llega a Pamplona este domingo, coincidiendo con la fiesta del Corpus Christi. La respuesta a esta iniciativa promovida y alentada por Monseñor Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona-Tudela, ha sido impresionante, con cerca de mil trescientos voluntarios dispuestos a cubrir las 24 horas de cada uno de los 365 días del año. El Padre Justo Lofeudo, misionero del Santísimo Sacramento, que dedica su vida a promover este tipo de adoración eucarística, nos cuenta sus impresiones sobre el éxito del proyecto en Navarra.
- ¿Cómo ha ido el proceso de captación de adoradores?
He recorrido varias parroquias de Pamplona, no todas porque el tiempo era exiguo, y la captación de adhesiones fue mediante las prédicas y la invitación concreta a los fieles a participar con al menos una hora a la semana de adoración al Señor.
- ¿Cuántos adoradores se han apuntado hasta el momento?
Hemos podido recoger más de 1.000 adhesiones. En verdad creo que estamos ya en las 1.300, con lo cual la respuesta aquí en Pamplona ha sido magnífica y la mayor hasta ahora en España.
- Aunque el día 25 es la inauguración, ¿se pueden seguir apuntando?
Por supuesto, para inscribirse a la Adoración Perpetua no hay límites de tiempo y pueden hacerlo cuando quieran los que deseen regalarse una hora a la semana junto al Señor y formar parte de esta corriente de gracia.
- Una vez que ya esté implantado, ¿cómo se va a conseguir la continuidad?
Debo dar las gracias a un de coordinadores, que han sido y son los colaboradores estrechos que hacen una tarea silenciosa e imprescindible como es la de organizar los turnos y luego custodiar la marcha de la adoración. En esta fase inicial y hasta ahora, la tarea principal que desarrollan es la de ponerse en contacto con cada adorador y fijar la hora y el día preciso en que irán a adorar así como toda otra circunstancia específica al adorador. A partir de la inauguración son ellos los responsables del mantenimiento de la adoración perpetua, es decir de cuidar que el Señor nunca quede solo y proveer en caso de emergencia para las sustituciones. También tienen a cargo la marcha de la adoración en cuestiones de rutina. Por otra parte, los mismos adoradores sabrán qué hacer en caso de ausencias previstas como para que haya siempre reemplazos. En total el equipo de colaboradores es casi de 30. Desde el punto de vista eclesiástico, el Arzobispo nombró como Consiliario para la Adoración Perpetua a don Agustín Elizalde. Dentro del programa futuro se ha previsto retiros de formación para los adoradores.
- ¿Qué tipos de Adoraciones Eucarísticas existen?
Como modalidades, si esta es la pregunta, hay varias. Adoración guiada o adoración silenciosa; adoración continua, que es la que se suele tener todos los días varias horas al día; discontinua, es decir algunas horas algunos días a la semana o a veces al mes; perpetua, donde se adora al Señor las 24 horas del día y todos los días del año; y adoración comunitaria o personal.
- ¿Qué tiene de particular la Adoración Eucarística Perpetua?
La Adoración Eucarística Perpetua es adoración contemplativa, es decir silenciosa, en la que el silencio exterior favorece el silencio interior necesario a la contemplación, es además sin interrupción y en un sentido es personal pero también crea una fraternidad eucarística, una comunidad de adoradores de la que todos se saben miembros. Esto se ve claramente, por ejemplo, cada vez que se inicia una misión o se inaugura una nueva capilla de Adoración Perpetua, en la participación de los adoradores de las demás capillas de España. Tanto en la intercesión previa como en la asistencia a la inauguración. Lo que quiero decir es que la Adoración Perpetua nos muestra cómo ser Iglesia, cómo vivir la koinonía, la comunión de amor en el Señor. En la AEP están los movimientos, todas las realidades espirituales están representados. Todos en tomo al sacramento del amor que es también sacramento de unidad.
- ¿Qué hace que la Adoración Perpetua sea tan especial?
Que el Señor es adorado día y noche, que día y noche se elevan plegarias, alabanzas, se rinde honor a su majestad, se da testimonio de amor y de fe en su presencia única, eucarística entre nosotros y también, muy importante, se repara día y noche ante el Santísimo por todas las blasfemias, los sacrilegios, las profanaciones, las indiferencias que se cometen contra la divinidad y todo lo que es santo. Noche y día se eleva a Dios, como diría san Gregorio Nacianceno, un himno de silencio. En dos palabras: la iglesia siempre abierta, el Señor siempre adorado, esto es lo que hace única a la Adoración Eucarística Perpetua. La capilla siempre abierta a la adoración permite a las personas detenerse en la carrera frenética de la vida, permite acercarse en momentos de desconsuelo, de desolación, de tristeza para encontrarse con Aquel que es la Vida, que es la paz misma y fuente de toda consolación y esperanza. La capilla de adoración perpetua irradiará paz, protección y otras muchísimas gracias sobre Pamplona.
Querría agregar dos exhortaciones de nuestros Papas. Benedicto XVI ha dicho: "Sin la fuerza de la oración, sin la íntima unión con el Señor, bien poco nuestras iniciativas humanas. Es Dios el que salva, a nosotros, el mundo y la Historia". La adoración es necesaria, es necesario a nuestra condición de creaturas adorar a nuestro Dios, es necesario comunicarnos con Él y recibir de Él todo lo que luego debemos dar a los demás. La adoración es camino de santidad, de perfección en el amor. Juan Pablo II dijo: "¡No tengáis miedo a dar vuestro tiempo a Cristo! para que Él lo pueda iluminar y dirigir" No temamos dar nuestro tiempo porque ese tiempo dado a Él cobra un nuevo valor, un valor infinito. Dios se hizo hombre en la plenitud de los tiempos, entrando de un modo único y sublime en la historia y en mi historia, y en su máxima condescendencia eligió quedarse en el pan consagrado, para que reconociéndolo y adorándolo mi tiempo fuera pleno y pudiera gustar anticipadamente de la eternidad.
Finalizo dando gracias al Señor por el don que ha hecho a esta ciudad, dando gracias al Señor Arzobispo, don Francisco que es quien ha promovido y no sólo aquí sino también fuera de na, este proyecto de amor y gracias a vosotros todos que habéis respondido con tanta generosidad y sabiduría la llamada de vuestro Pastor acogiendo así el don de Dios.