(Catholic Herald/InfoCatólica*) Roma ha declarado que ha llegado la hora de que la Iglesia anglicana elija entre el protestantismo o la Iglesia Católica y las ortodoxas. Refiriéndose al encuentro entre el Arzobispo de Canterbury y el Papa, el cardenal Walter Kasper, presidente del presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, afirmó que el anglicanismo debe clarificar su identidad.
En declaraciones al Catholic Herald, Kasper afirmó que "finalmente, es cuestión de saber cuál es la identidad de la Iglesia Anglicana. ¿A qué tradición pertenecen? A la de las iglesias del primer milenio -Católica y ortodoxas- o a la de las iglesias protestantes del siglo XVI? Por el momento están entre unas y otras, pero deben clarificar su posición ahora, lo cual no será posible sin tomar ciertas decisiones difíciles".
El cardenal afirmó su convicción de que la próxima Conferencia de Lambeth, un evento que reúne a todos los anglicanos del mundo cada diez años, será un momento decisivo para el anglicanismo.
El cardenal Kasper, a quien el arzobispo de Canterbury ha pedido que dé un discurso en dicho encuentro, ha dicho que "confiamos en que estas preguntas fundamentales serán respondidas en la conferencia de modo que el diálogo con nosotros sea posible" y añadió que "trabajaremos y rezaremos para que sea posible, pero creo que no es sostenible continuar retrasando la toma de decisiones, porque con ello únicamente se produce una extensión de la crisis interna".
Las palabras del cardenal Kasper serán interpretadas como un intento de Roma de presionar sobre la Iglesia de Inglaterra para que que no continúe con la ordenación episcopal de mujeres ni con la aprobación de las uniones homosexuales, cuestiones ambas que son un serio obstáculo para la unidad. Precisamente las declaraciones del cardenal llegan en uno de los momentos más difíciles para la comunión anglicana, donde la ruptura entre diferentes facciones del anglicanismo son ya un hecho antes de la conferencia de julio. Rowan Williams tiene que afrontar la rebelión tanto del ala conservadora como de la liberal sobre la cuestión de la homosexualidad y las mujeres obispos.
Gene Robinson, obispo anglicano de New Hampsire, cuyo intento de unirse civilmente con su pareja homosexual ha enfadado a los conservadores anglicanos, planea asistir a la conferencia a pesar de que no ha sido invitado por el arzobispo Williams. Y por otra parte, los obispos conservadores, encabezados por el arzobispo de Nigeria Peter Akinola, consternados por la negativa del arzobispo de Canterbury a condenar a los que están a favor de aceptar la práctica de la homosexualidad, planean organizar una conferencia alternativa en Tierra Santa para el mes de junio.
El diálogo ecuménico entre Roma y la Comunión Anglicana sufrió un parón en el 2006. El cardenal Kasper dijo entonces que la decisión de la Iglesia de Inglaterra de consagrar mujeres como obispos conduciría a un "seria y duradero enfriamiento" de las relaciones entre católicos y anglicanos. Pero en el último mes, la comisión legislativa de la Iglesia de Inglaterra publicó un informe para preparar el terreno de cara a la ordenación de mujeres como obispos. De hecho algunas mujeres ya han sido ordenadas como obispos en varias provincias eclesiásticas anglicanas.