(José R. Navarro/La Razón) «Éste es el año de la verdad para la financiación de la Iglesia católica». De esta forma tan gráfica definía ayer el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, la situación de la Iglesia ante la actual campaña de la Renta, en la que ya entra en vigor el acuerdo alcanzado entre el Episcopado y el Gobierno en 2006. Gimenez Barriocanal presentó ayer en la sede de la CEE, junto al responsable de la oficina para el Sostenimiento de la Iglesia y obispo de Ciudad Real, monseñor Antonio Algora, la segunda fase de la campaña de comunicación con la que la Conferencia Episcopal tratará de explicar su labor social y evangelizadora y motivar a los contribuyentes para que marquen la casilla de la Iglesia católica en su declaración de la Renta.
Según el acuerdo alcanzado en 2006, a partir de este ejercicio fiscal la financiación de la Iglesia católica a través de la asignación tributaria pasa a depender exclusivamente de la voluntad de los contribuyentes. En aquel acuerdo la Iglesia renunciaba a la exención del IVA (que le suponía un ahorro de unos 30 millones de euros anuales) y a la dotación presupuestaria del Estado, a cambio de que el coeficiente de la renta aumentara del 0,5239 al 0,7 %.
En los últimos años el porcentaje de declarantes que ha marcado la casilla de la Iglesia ha permanecido constante (en torno al 33 por ciento) aunque ha aumentando ligeramente el número de contribuyentes, al incrementarse cada año el total de declaraciones. De esta forma, en el ejercicio de 2006, 5.932.080 declaraciones tenían la cruz a favor de la Iglesia católica, 226.000 más que el año anterior. A ello habría que sumar alrededor de medio millón de contribuyentes que realizan esta opción en las Haciendas Forales.
Con estos datos, la cantidad que recibió la Iglesia en 2006, 144 millones de euros, es significativamente inferior a la que le hubiera correspondido de acuerdo a las declaraciones, más de 160 millones. «Otros años la Iglesia recibió un complemento presupuestario para asegurar las cantidades previstas y, sin embargo, en 2006 ha ocurrido lo contrario, ha habido más dinero asignado que el efectivamente percibido», explicó ayer Giménez Barrionacanal. Una diferencia de 16 millones de euros que la Iglesia «perdonará» al Estado puesto que el acuerdo que regulaba la situación hasta 2007 preveía precisamente ese tope de 144 millones.
Sin embargo, a partir de este año, la Iglesia dejará de contar con ese hipotético colchón del complemento presupuestario, por lo que, a diferencia de años anteriores, la Conferencia Episcopal ha presentado una campaña de comunicación con la que tratará de «estimular» a los contribuyentes que «reconocen y valoran» la labor de la Iglesia y animarles a marcar su casilla «para seguir haciendo tanto por tantos que lo necesitan», afirmó el obispo Algora.
La cantidad que recibe la Conferencia Episcopal a través de la asignación tributaria cubre «en torno al veinte o veinticinco por ciento de las necesidades básicas de la Iglesia», según Giménez Barriocanal. Más información en la web: www.xtantos.es.