(Luis F. Pérez/Religión en Libertad) Polonia es el país europeo donde el catolicismo está más arraigado entre la población. Si comparamos las cifras del catolicismo polaco con las que se dan en España, la diferencia es abismal. Por ejemplo, cerca de un 90% de polacos se declaran católicos practicantes -en España sólo lo hace un 36%-, un 60% va a misa cada domingo -en España un 20%-, un 38% y un 32% leen y usan la Biblia para rezar respectivamente -20% y 6% los españoles-.
En un sondeo publicado por el diario "Avvenire" y realizado por “Niedziela”, el semanal más difundido de Polonia se demuestra que el 55,7% de los entrevistados desearían que su hijo fuera sacerdote. El porcentaje desciende al 22,3% que desea que sea la hija quien llegue a ser religiosa. En España no llegan al 2% los que desearían lo mismo.
Según el 39,3% de los polacos entrevistados, es en la propia familia donde maduran las vocaciones frente a un 32,2% que piensa que se trata de un hecho que depende de la personalidad de cada persona. Pero es el 27,3% de los entrevistados los que piensan que la vocación madura gracias al ejemplo del párroco de la iglesia.
Sin embargo, mientras que Polonia es la nación donde el número de abortos ha experimentado un retroceso más acusado en las últimas dos décadas, pasando de los 135.000 de media a mediados de los 80 a los poco más de 100 de la actualidad, España es uno de los países del mundo donde más se han incrementado las cifras, pasando de los 16.000 abortos en 1986 a los más de 100.000 en el año 2007.