(Fides) «Los dos sacerdotes –señala a la Agencia Fides el Arzobispo armenio católico de Aleppo, Boutros Marayati– viajaban en un autobús público, junto con muchas otras personas. Se dirigían a la casa salesiana Kafrun, junto con el sacerdote salesiano padre Charbel. A treinta kilómetros de Aleppo, los rebeldes detuvieron el vehículo, revisaron los documentos de los pasajeros y luego hicieron bajarse solamente a los dos sacerdotes, llevándoselos con ellos de inmediato».
«Al sacerdote salesiano», explica el arzobispo, «no le dijeron nada. Antes de irse, dijeron que darían a conocer sus condiciones. Pero hasta ahora, los familiares y todos nosotros, no hemos recibido ningún mensaje». Entre los familiares de los sacerdotes y de todos los cristianos de Aleppo, con el pasar del tiempo, aumenta la preocupación.