(Efe/InfoCatólica) El obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, ha pedido hoy al Gobierno que “sea diligente” para “aplicar el curso próximo la nueva regulación” sobre la asignatura de Religión, “con su alternativa correspondiente” y “poniendo en práctica en esta Ley la jurisprudencia que se deriva de las sentencias”.
Munilla ha hecho esta solicitud en el acto inaugural de un simposio organizado por su diócesis en la capital guipuzcoana para analizar la contribución educativa de la asignatura de Religión, en el que también ha participado la consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte.
Durante su intervención, Munilla ha demandado al Ejecutivo del PP que, “si es necesario, distinga y desdoble los contenidos de la Ley para que otros temas, que igual no están tan maduros, tengan una tramitación más larga”, ya que “la asignatura de Religión no puede esperar otro curso más”. Ha aclarado que esta materia “está en una situación de una gran precariedad, siempre esperando a un marco estable”, por lo que “sería muy dramático que todavía” deba permanecer “un curso más sin regularizar su situación”.
Pide un consenso para evitar modificaciones continuas de la Ley de Educación
El prelado guipuzcoano ha hecho asimismo un llamamiento a la “clase política en general” para que “tome consciencia de la necesidad de un consenso en materia de Educación”, porque no es posible que “cada vez que se produce un cambio en un Gobierno se modifique la Ley de Educación”. “No hay sistema de enseñanza que resista esto. Desgasta muchísimo”, se ha lamentado.
Mons. Munilla ha pedido también que “no se utilicen los asuntos educativos para las estrategias y el desgaste político” y que los partidos “no digan una cosa cuando gobiernan y otra cuando pasen a la oposición”, pues esta actitud “hace muy difícil llegar a unos convencimientos compartidos”.
Petición expresa al Gobierno vasco
Por otra parte, el obispo ha demandado al Gobierno vasco que “sea diligente” poniendo en práctica la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el decreto del Gobierno Vasco que, a su entender, dejó la asignatura de Religión en “una situación debilísima en el Bachillerato, sin tener alternativa”. El prelado ha solicitado finalmente “sensibilidad suficiente para liberar el tema de la asignatura de la Religión del debate político sobre competencias existente entre los Gobiernos autonómico y central”.
“Es una petición muy delicada pero muy importante”, ha insistido Munilla, quien ha remarcado que, “en lo que se refiere a la asignatura de Religión, el debate no es tanto el de competencias entre administraciones sino entre la competencia de la familia en la educación de los hijos o la competencia de las administraciones”. “Ese es el auténtico debate. La familia tiene una competencia real en la educación de sus hijos y tiene un derecho a determinar los contenidos de su educación”, ha concluido.