(Vanguardia/InfoCatólica) Romás asegura que «lo que hemos detectado es que tenemos una década sin que haya campañas sobre los diferentes métodos anticonceptivos. Una década de retrocesos respecto a la prevalencia de estos. Ha habido campañas muy pequeñas sobre el uso del condón, pero específicamente de la píldora, yo creo que oficialmente nunca ha habido una».
Según las cifras de IMS Health de enero a junio se consumieron 16 millones de productos preventivos de embarazo en el país, incluidos tratamientos no orales. Del total, 42 por ciento, o sea 6.8 millones, fueron pastillas del día después o de emergencia; mientras, los orales de baja dosis hormonal, como píldoras de uso diario, tuvieron una venta de 5 millones de unidades, es decir 31 por ciento del mercado.
«Creo que los jóvenes abusan de la píldora, porque no la han tomado como un método de emergencia, sino como un método que los proteja de un embarazo no deseado. Las están tomando hasta de dos a cinco veces al mes», dijo Román al subrayar la falta de campañas «adecuadas» sobre el uso de la PAE.
El abuso de la ingestión de esa píldora puede provocar problemas de salud severos. Por ejemplo, llega a alterar el sistema hormonal de la mujer haciendo que ponga en riesgo su funcionamiento normal y por lo tanto la fertilidad. Y también se incrementa el riesgo de accidentes vasculares.
De acuerdo con la encuesta elaborada en 2009 por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), el 66.6 por ciento de las mujeres en edad fértil (MEF) que se encontraban embarazadas en el momento de la encuesta, señalaron tener un embarazo no planeado, y un 13.4 por ciento, un embarazo no deseado.
Asimismo, el documento señala que el porcentaje más alto de embarazo no planeado se ubica en las adolescentes (15 a 19 años) y jóvenes (20 a 24) con 27.8 y 23.2 por ciento; mientras, el mayor índice de embarazo no deseado se localiza en el grupo de 35 años.