(Agencias/InfoCatólica) Mons. Ezzati opinó que es necesario llegar al corazón de las personas e identificar la intencionalidad sana y bella del pueblo mapuche. Agregó, además, que es necesario generar un clima de confianza que favorezca una solución pacífica.
El arzobispo de Santiago aclaró que no es su deber juzgar cuáles son las medidas políticas o de orden público que están aplicando, sin embargo, enfatizó que es necesario darle a nuestro progreso una cara más humana.
Mientras tanto, el obispo de Temuco, Mons. Manuel Camilo Vial, advierte que se está ante «un problema de trato con un pueblo diferente, indígena, mapuche. Creo que ahí hay una historia, se habla de una deuda histórica que yo creo que es real. No sólo por las tierras, sino que por el tratamiento que muchas veces les hemos dado». El obispo expresó estar
«convencido que hay una organización internacional que está relacionada (…) (creo) que hay una serie de organizaciones internacionales que están, incluso, financiando esto, pero no lo puedo comprobar. No tenemos que ser niñitos tan inocentes para no creer que hay una organización que no son propios del pueblo mapuche».
Sin embargo, aclaró que como Iglesia de la región de La Araucanía, «hemos anunciado hace mucho tiempo que estas cosas podían suceder si no se asumían las responsabilidades».
Sobre los autores del atentado costó la vida del matrimonio Luchsinger-Mc Kay, Mons. Manuel Camilo Vial dijo que «las personas están ubicadas, se saben los nombres, se ha habla de 100 o 109 personas que están plenamente identificadas, pero faltan los medios para realizar esas pesquisas». En relación a quienes deberían tomar el control para lograr una solución a la escalada de violencia que se vive, el obispo de Temuco fue claro en señalar que
«esto no es un problema del Gobierno o de un grupo social, sino de todos los chilenos que tenemos que crear en La Araucanía un clima de paz. Ante nosotros tenemos un pueblo que es digno, que es bueno, que tiene buen corazón en intenciones (…) junto con ellos, tenemos que construir el Chile del futuro».