(Efe) En una mañana fría y desapacible, Benedicto XVI dijo que los creyentes están llamados a presentar el Evangelio y dar testimonio del mismo en «circunstancias difíciles y peligrosas», pero sabiendo que jamás serán abandonados o indefensos.
El Obispo de Roma agregó que el mártir Esteban es descrito como una «imitación perfecta» de Cristo y que al igual que él, los cristianos deben recorrer el camino del bien y el camino de la humildad, según el diseño de amor de Dios.
«San Esteban es un modelo para todos los que quieren ponerse al servicio de la nueva evangelización y demuestra que la novedad del anuncio no consiste especialmente en el uso de métodos o técnicas originales, que por supuesto tienen su utilidad, sino en estar repletos de Espíritu Santo y dejarse guiar por Él», afirmó.
La novedad del anuncio -precisó el Papa- está en la inmersión en el misterio de Cristo, asimilar sus palabras y su presencia en la Eucaristía.
Benedicto XVI añadió que el evangelizador es capaz de llevar a Cristo a los otros de manera eficaz cuando el evangelio se manifiesta en su propia persona y da ejemplo.
Tras el ángelus, el Papa saludó en diferentes idiomas, entre ellos español, en el que dijo que la fiesta de San Esteban prolonga el fervor de la Navidad y «se convierte en una invitación a pedir al Niño Dios que renueve nuestra fe y la haga más activa por la caridad».
«A Él también le suplicamos que el ejemplo de fidelidad al Evangelio de este primer mártir ayude a los cristianos a vencer sus miedos e inercias, para que así puedan dar razón de su esperanza a quien se la pidiere, con audacia y sabiduría».