(Efe) En una entrevista en «The Guardian», la ministra dijo que era «insólito» y «muy decepcionante» que el Sínodo anglicano rechazara la ordenación de obispas y pidió que se revise de manera urgente el proceso ya que no coincide con la postura mayoritaria de sus miembros.
A pesar de que el 75 por ciento del Sínodo votó el pasado martes a favor de que las mujeres puedan formar parte del episcopado, la propuesta fue rechazada al no contar con dos tercios de los votos de las tres cámaras del aparato legislativo de la Iglesia de Inglaterra.
Mientras que el apoyo a la ordenación de mujeres entre los obispos y el clero superó ampliamente la cifra exigida, en la cámara de los laicos no se llegó al porcentaje necesario por solo seis votos.
Pretenden que se cambien las reglas
«Creo que la Iglesia necesita responder a algunas preguntas, como si es justa la manera en la que funciona su sistema y si este refleja la visión de sus miembros», aseguró Miller.
La ministra conservadora apuntó que, aunque «obviamente» depende de la Iglesia de Inglaterra la manera en la que se regulan, espera «que hayan escuchado, alto y claro, la dimensión de la reacción, y que actúen rápidamente».
Lord Carey, que fue arzobispo de Canterbury de 1991 a 2002, cuando la Iglesia de Inglaterra aprobó la ordenación de mujeres sacerdote, también pidió un cambió en las normas de votación y calificó el rechazo a la propuesta como «espantosa».
En una entrevista publicada hoy en «The Times», el religioso apostó por acelerar el proceso que permitiría una nueva votación, ya que con la regulación actual no podría llevarse a cabo hasta 2019.
«Hace 19 años que contamos con mujeres en el clero. Están haciendo un trabajo maravilloso y deberían tener su oportunidad ahora. Es el momento de avanzar y ordenar a mujeres para el episcopado. Donde hay voluntad, hay un camino», explicó el clérigo anglicano.
Según «The Guardian», Justin Welby, que asumirá el cargo de arzobispo de Canterbury en enero, apoya la celebración de una reunión con la Cámara de los Lores y los Comunes para debatir la crisis de la Iglesia.