(Efe) «Su opinión personal es que debería haber obispas y él comparte la decepción del arzobispo (de Canterbury, Rowan Williams) de que el sínodo no ha podido aprobar esto», agregó el portavoz. Posteriormente, ante el Parlamento, Cameron se confesó «muy triste» por esta decisión y también «triste» por Williams, que abandonará el puesto sin haber conseguido ese objetivo.
En la reunión de hoy, Rowan Williams, que el próximo enero será sustituido por Justin Welby, admitió que la Iglesia de Inglaterra tiene «mucho que explicar» porque ha perdido una cierta «credibilidad» de cara a la sociedad en general. «Cualquiera que fueran las motivaciones en la votación de ayer, cualquiera que fueran los principios teológicos sobre los que la gente actuó y habló, el hecho es que esta discusión no es inteligible para nuestra sociedad en general», afirmó.
El arzobispo de York, John Sentamu, segunda autoridad de la Iglesia de Inglaterra, se mostró no obstante optimista de que habrá obispas. «Yo creo que ayer no hubo un rechazo a las obispas, lo que se rechazó fue la legislación», dijo Sentamu, quien se mostró a favor de revisarla para contar con los respaldos necesarios.
Después de la votación, el próximo arzobispo de Canterbury, Justin Welby, manifestó a través de su cuenta de Twitter su decepción y pidió rezar ante esta situación en que está sumida la Iglesia. Para el obispo de Norwich, Graham Jones, la Iglesia de Inglaterra tiene un «desafío» por delante, en referencia a la necesidad de convencer a los que votaron en contra a que apoyen la propuesta.