(Fides) En un comunicado del Patriarcado griego ortodoxo de Antioquía, enviado a la Agencia Fides, se define al p. Haddad como «un mártir de la reconciliación y la armonía». De hecho, el sacerdote «estaba realizado una noble misión humanitaria para liberar a un miembro de su parroquia que había sido secuestrado unos días antes». En la mediación, el p. Fadi fue secuestrado junto a otro intermediario. Los secuestradores pidieron un rescate enorme y luego lo mataron.
La nota del Patriarcado ortodoxo narra esta «tragedia terrible»:
«El cuerpo del Padre Fadi Haddad fue encontrado la mañana del 25 de octubre en la zona de Drousha. Tenía signos indescriptibles de tortura y mutilación. Fue identificado por el padre Elias El-Baba, un sacerdote de la ciudad de Hina, y llevado a la clínica de la ciudad. El Patriarcado de Damasco ha sido informado de su martirio: su sangre inocente y sin mancha es un sacrificio para la reconciliación y la armonía».
La nota recibida en la Agencia Fides continúa: «Condenamos enérgicamente este acto brutal y bárbaro contra los civiles, los inocentes y los hombres de Dios, que se esfuerzan por ser apóstoles de la paz. Son hombres que mantienen unidos los corazones, vendan las heridas del sufrimiento, consuelan a los enfermos, fortalecen a los débiles en estas circunstancias difíciles. Expresamos la profundidad de nuestro dolor por estos atroces actos que no tienen precedentes en la larga historia de nuestra querida nación, construida sobre cimientos de amor,cooperación, paz y armonía».
El Patriarcado invita a «todos los ciudadanos, las organizaciones humanitarias y a todas las personas de buena voluntad a condenar los secuestros, asesinatos, destrucciones, robos, agresiones a la seguridad y al bienestar de los ciudadanos». «Hacemos un llamamiento a todos al diálogo, a la paz y la armonía», dice, «para poner fin al derramamiento de sangre inocente que tiene lugar todos los días».
El texto pide a los fieles cristianos «permanecer firmes en la fe y en la esperanza en el poder del Señor que ha querido que tuviéramos vida en abundancia (Juan 10:10)», invitándolos a «permanecer en su tierra y su nación», mirando al futuro «con la fuerza de la fe». «Le pedimos a Dios - concluye el Patriarca Ortodoxo - que el martirio del Padre Fadi Haddad sea un sacrificio ofrecido por los hijos de esta nación y para una tregua en los dolorosos acontecimientos que estamos viviendo en este momento».
EL padre Fadi Jamil Haddad nació en la ciudad de Qatana el 2 de febrero de 1969. Estudió teología en Damasco y en el Líbano. Se había casado y fue ordenado sacerdote en 1995 por Su Beatitud el Patriarca Ignacio IV Hazim. Era párroco de la iglesia greco-ortodoxa de San Elías en Qatana. Una fuente del Patriarcado señala que «era muy querido por todos los grupos religiosos y no había tomado una posición en el conflicto político de Siria, pero estaba firmemente comprometido con la reconciliación».