(Fides) Argelia, que recientemente ha enviado a su Ministro a Bamako, dice que la negociación es la mejor solución, pero aquí en Malí hay varios partidarios de la opción militar». El sacerdote explica que «el Estado no ha tomado una decisión oficial, aunque el Presidente interino dijo que el diálogo es la primera solución a seguir». Sin embargo, en septiembre Malí solicitó una resolución de la ONU que autorice «la intervención de una fuerza militar internacional a fin de ayudar al ejército maliense para reconquistar las regiones del norte ocupadas por diferentes grupos islamitas armados».
La Comunidad Económica de África Occidental (CEDEAO) ha ofrecido unos 3.000 soldados, pero se han planteado dudas sobre el hecho de que un grupo así de reducido de militares sea capaz de garantizar la seguridad del norte, una vez reconquistados los principales centros de población. «Es cierto que 3.000 hombres son pocos para controlar una región tan vasta como el norte de Malí, pero también es cierto que no están solos, porque también están los militares malienses que trabajarán junto con los soldados de la CEDEAO para garantizar la seguridad del norte. El objetivo primordial del gobierno es liberar las grandes ciudades del norte de los extremistas, y luego encontrar una forma de resolver la crisis», dice a Fides Don Dembele
Una de las incógnitas es la actitud de del Movimiento de Liberación del Azawad (MNLA), el grupo laico que inició la guerra, pero que perdió el control de las principales ciudades del norte tomadas por los grupos islamitas. «El mediador designado por la CEDEAO, el Presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, ha iniciado contactos con el MNLA, que ha revisado su posición: después de proclamar la independencia del norte ahora habla de auto-determinación. Varios observadores creen que hay que recuperar al MNLA para convertirlo en un aliado del Estado para recuperar el norte» concluye don Dembele.